Capítulo 29

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#NOBREATHINGDAY

POV RACHEL

Finn llevaba más de 15 minutos manejando con la mirada pegada en la carretera y parecía que no respiraba. Sé que se encuentra nervioso pero lo que no entiendo es el por qué; no sería nada del otro mundo que yo lo acompañara a las visitas que le hace a la pequeña Sarah.

Si era sincera, también me encontraba nerviosa; no por el conocer a la pequeña, sino por el hecho de que no sabía que reacción tendría ella o el sí debería hablarle acerca de su madre.

—¿Quieres encender la radio? —Me preguntó Finn sacándome por completo de mis pensamientos, negué en respuesta y el volvió a avanzar cuando el semáforo se tornó verde.

Minutos más tarde, aparcó el carro en el estacionamiento designado a visitantes de la casa hogar, salió del auto y como todo un caballero fue a abrirme la puerta para poder salir. Su rostro ya estaba más relajado, tanto que me sonrió y entrelazó su mano con la mía y comenzamos a avanzar hacia la entrada donde una señora alta y con apariencia fría nos recibió.

—Tú has de ser Rachel —Me atrajo en un fuerte abrazo. —Soy Sue Sylvester, la directora de esta institución.

—Mucho gusto, señora Sylvester.

Finn la saludó también con un abrazo y las típicas palabras de cómo va todo para después dirigirnos a una pequeña sala donde nos pidió que tomáramos asiento.

—Es lo mismo siempre. —Me empezó a decir Finn, su voz ya no se escuchaba nerviosa sino esperanzadora. —nos saludamos, hablamos un poco y después me hace esperar en esta sala por 10 minutos para que después regrese y me diga que puedo pasar.

—Me imagino que es lo que se acostumbra, ¿no?

—Bueno, estuve aquí varios años de mi vida y sigue siendo como lo recuerdo. —Asentí, aunque sus palabras no sonaban con reproche alguno me sentí extraña. —sé lo que tu cabeza está pensando en este momento, la repuesta es no. No me siento triste ni nada de eso.

Le sonreí en respuesta y rodé su brazo con los míos acercando mi rostro a su hombro, si tardarían minutos en llamarnos podíamos relajarnos por el momento.

—Muy bien chicos, Sarah está lista para verlos. —Nos llamó Sylvester sonriendo abiertamente. —sólo tengo una mala noticia, no puedo permitirles más de 30 minutos ya que debe ir a clases.

Asentimos y me dejé guiar por Finn, quien por obvias razones ya conocía el camino a la perfección.
Atravesamos varios pasillos y una que otra puerta para llegar a la habitación donde se encontraba la pequeña Sarah vestida con un bonito vestido rosa y zapatos blancos, se veía feliz y cuando dirigió su vista hacia Finn, su sonrisa se agrandó un poco más y rápidamente se dirigió a su lado para que él la tomara entre sus brazos.

—Hola Sarah, ¿cómo te va? —Le preguntó Finn amablemente y con un poco de gracia en su voz. —mira, te presento a mi novia Rachel.

La niña rápidamente me abrazó y con tierna voz intentó pronunciar mi nombre fallando completamente.

—Hola pequeña Sarah. —Pronuncié imitando el tono de voz que Finn hacía, él rio e hizo que nos acomodáramos en los pequeños sillones que estaban en la habitación.

Comenzamos a convivir, de vez en cuando —y extraño porque la niña tenía tan solo 2 años—, nos preguntaba acerca de nosotros. Finn le contestaba cosas simples, por ejemplo el que teníamos tiempo de conocernos y nos queríamos mucho, Sarah aplaudía divertidamente cuando él comenzaba a tararearle una canción que, a lo que parecía, ambos conocían a la perfección.

Barely Breathing [FINCHEL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora