Capitulo 45

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#NOBREATHINGDAY

*Narrado en tercera persona*

Las visitas inesperadas son causa de desconfianza o curiosidad.

¿Cuál habrá sido la razón del señor Schuester de aparecerse en el bar cuando la gente ebria estaba iniciando su rutina y la música estaba a todo lo que da?

―Comandante Schuester. Me gustaría hablar con el dueño de este lugar.

Mostró su placa hacia Anderson, quien en ese momento cubría a Ryder de su turno y se encargaba de todos los que necesitaban entrar.

―Desconozco si el dueño se encuentra aquí.

―Eres un empleado, deberías saberlo. O si no tienes la posibilidad de ir a buscarlo, esperaré aquí.

El señor Schuester siempre había sido caracterizado como un hombre al que no le gustaba esperar, por ello se mostraba prepotente y testarudo.

El de cabello rizado regresó unos minutos después y condujo al oficial hasta la oficina de Artie Abrams.

―Puedes irte, Anderson.

Blaine asintió y cerró la puerta para darle privacidad a los hombres y que el debido trabajo de Schuester terminara.

―Comandante Schuester si es que Anderson no se equivoca, ¿qué puedo hacer por usted?

―Tengo entendido que hace unos meses cuando todo el drama del bar había comenzado mi superior, el señor Figgins, vino a hacerle una visita no muy amistosa.

―Lo recuerdo, ese hombre no tenía ni un poco de compasión.

―O al menos no la mostraba, porque a lo que mi concierne, él venía dispuesto a cerrar el bar.

Abrams se quedó boquiabierto, no creía lo que el de cabello rizado estaba diciendo mientras que Schuester empezaba a preguntarse si alguno de sus sueños frustrados estaba el actuar.

―Él nunca lo mencionó, citaré las mismas palabras que escuché salir de su boca: no estoy a favor de quitarle empleo a las personas de este lugar, por lo que tendrá que dejar que se haga todo lo requerido para hacer justicia.

Algo no encajaba bien, Schuester sabía que Figgins era de los hombres más correcto que había dentro de la familia policial y que no le importaba un tonto bar.

―Debió haberle dado algún informe que usted debió firmar aceptando toda política de privacidad e invasión.

El hombre en silla de ruedas buscó en los cajones de su escritorio hasta encontrar el papel que necesitaba, lo leyó y antes de extendérselo a Schuester dijo:

―Puedo preguntar, si es su superior, ¿por qué dudar de él?

―Nadie está dudando de él o de su trabajo, es simple curiosidad del por qué nunca nos enteramos de lo que realmente pasó cuando él estuvo presente aquí junto a Evans y Hudson.

Abrams sonrió como el gato rizón y le tendió la hoja donde el acuerdo fue firmado. Schuester lo leyó detenidamente aunque sentía que necesitaría más que una simple leída.

―Podría sacarle una copia si así lo desea.

―Y realmente espero que lo haga.

Tomó el intercomunicador y habló por el diciendo que necesitaba que Anderson estuviera en la oficina rápidamente, quien después de un minuto tenía la orden en su cabeza.

―Necesito seguir trabajando, así que por favor en cuanto la tengas se la entregas a Schuester que con gusto esperara tomando una copa de nuestro bar.

―Gracias por su tiempo.

Salió después de un apretón de mano y siguió al de cabello rizado por todo el bar hasta llegar a la barra donde una copa estaba servida.

POV SAM

―¿Qué diablos haces aquí sin hacer nada? ―Llegó Finn a mi lado mostrando su enfado. ―Deberías estar checando lo extraño de este bar, no mirando al vacío.

―No estoy mirando al vacío, estoy esperando cualquier indicación de Schuester. ―Le contesté con el mismo tono de voz. ―Él estuvo aquí, habló con Abrams y ahora está verificando si los papeles son correctos.

―¿Papeles? ¿De qué diablos hablas?

―De los papeles que debiste haber checado cuando Figgins vino a este lugar, y si, digo que tuviste que haber checado porque tú eras el encargado del caso.

―¿Ahora estás diciendo que es mi culpa?

―No estoy diciendo que lo sea, sólo pienso que si hubieras pasado un segundo menos sin preocuparte por el trabajo de los demás en vez de el tuyo esto no hubiera pasado y Schuester no pondría en duda tu capacidad.

Finn bufó de manera dramática y me arrepentí un poco por mis palabras.

―Tú también estuviste enamorado de una chica de aquí, el que haya muerto no te rescata de la culpa. Ambos nos equivocamos.

―¡Quinn no era una sospechosa! ―Los ojos de la gente curiosa comenzaron a enfocarse en nosotros, les parecía curioso que dos oficiales pelearan. ―Aunque ese no es el punto, el punto aquí es que debiste haber hecho un mejor trabajo.

―No entiendo porque de la nada parece que estás en mi contra. ―Finn escupió rápidamente esas palabras. ―Como si de un día para otro ya no confiaras en mí, como si hubiera hecho algo malo que te perjudicó.

―No has hecho más que perjudicarte a ti mismo, ¿sabías que yo fui quién le pidió a Schuester que no te echara? ¡Deberías agradecérmelo!

―¿Agradecerte? ―Dijo sarcásticamente. ―Me quitaste todo el logro que había obtenido, ¿de esa manera pides que te agradezca?

Sabía que Finn estaba molesto pero no se imaginaba la manera en la que yo lo estaba. No porque no obedeciera o fuera un terco, sino por todo lo que estaba causando. En primer lugar, había perdido a su novia; una chica que sin importar lo malo que haya actuado lo sigue protegiendo y en segundo lugar estaba su empleo; empleo el cual se encontraba en la cuerda floja. Un paso más en falso y Finn podría despedirse de seguir siendo un policía.

―Finn, ya basta. Ambos estamos estresados, gritarnos no es la mejor opción para solucionarlo. ―Razoné un poco. ―Mejor regresa a trabajar, esperaré a que Schuester me avise algo.

Regresa a trabajar. ―Repitió esas palabras. ―Yo era el que antes daba las órdenes, ¿lo recuerdas? Y sin importar que yo fuera el jefe nunca te trataba de esa manera, Evans.

―¿De qué estás hablando, Finn? ¡No te estoy tratando de ninguna manera! Eres mi amigo y siempre lo serás, ¿qué te tiene tan molesto? ¿El maldito caso? Esfuérzate y has lo que quieras para recuperarlo, a mí no me interesa. La única razón por la que hago esto es por trabajo, mi trabajo.

No supe cuál era el pensar de Finn después de aquellas palabras hasta que sentí su puño en mi mejilla. No había sangrado o algún tipo de herida por la cual preocuparse, más bien estaba presente el asombro; un golpe proveniente de la persona que consideras tu compañero y amigo nunca es bien visto.

―¿Qué diablos te sucede, Finn? ¡Eres un completo idiota!

―¿Lo soy? ―Dijo confundido pero a la vez lo confirmaba. ―Gracias Sam, solo eres uno más de los que me lo han dicho.

―¿Y por qué será Finn? ¡Para de echarle la culpa a los demás de tus problemas!

Cuando iba a darme el otro golpe, una silueta se puso frente a nosotros y al contrario de aquella vez cuando golpeó a Rachel Berry, se detuvo.

―Basta, Finn. ―Dijo Kurt. ―No tienes por qué meterte en más problemas.

―Espero que tú si puedas hacerlo entrar en razón, Kurt. ―Estaba decepcionado, ¿y cómo no estarlo? ―Yo tengo que salir de aquí.

Barely Breathing [FINCHEL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora