Barely Breathing [FINCHEL]

FINAL

#NOBREATHINGENDING

"Los cuentos de hadas. Estoy bastante seguro que todos hemos oído hablar de cómo el Príncipe Azul tomó a la princesa y se la llevó a su gran castillo después de patearle el culo al gigantesco dragón y tuvieron su feliz por siempre. En el mundo real las cosas cambian un poco, bueno, drásticamente: el príncipe azul es solo un mito, la princesa solo una fiel soñadora, el dragón es la representación de nuestros miedos y el felices por siempre...Bueno, denme un minuto, ya se me ocurrirá algo"

GreySurgeon

*Narrado en tercera persona*

El día tan esperado finalmente había llegado, los invitados ― que a decir verdad eran pocos― llegaban al ritmo de las campanas de la pequeña capilla. Era una boda no muy tradicional, puede que no hubiera un tejado refinado, la decoración no era lujosa, tampoco había un radiante vestido inflado y presuntuoso o un hombre vestido de azul junto a una carrosa y un corcel blanco. Pero había algo que escaseaba en todo ese estereotipo de la boda perfecta en los días de hoy y que sobraba en el aire del momento: Amor.

Ambos estuvieron de acuerdo en que una boda pequeña era lo más adecuada a su situación económica y a pesar de todo así lo preferían. No necesitaban una boda sacada de un reality show para saber que serán felices al formar una familia, "la vida es bastante corta" esas cinco palabras fueron suficientes para que el par de enamorados se apresuraran a consumar su amor, con felicidad, perseverancia y con calma... Casi.

―¡Rachel apresúrate a salir del baño antes de que arranque la maldita puerta de las bisagras! ¡Tienes 15 minutos! ―Gritaba Marley forcejando la puerta para que su hermana pusiera los pies en el altar lo más pronto posible a lo que Kurt Hummel no le parecía lo más adecuado que alguien le dijera a su hermana para tranquilizarla el día de su boda y su mirada lo expresaba todo. ―¿Qué? Te sorprendería saber cuántas veces se ha encerrado en el baño esta semana, además, como dama de honor tengo cosas que hacer. Arrastrar a la novia por ejemplo.

Al ojiazul casi le tentaba la idea de averiguar el número de encierros de su amiga pero desecho la idea al instante, alguien tenía que ser maduro en esta clase de situación y estaba seguro que ninguna de las Berry iba a colaborar con esa tarea.

―Rachel, vamos, ¿a qué le tienes miedo? El chico de verdad te ama y lo sabes, no pierdas el tiempo en los temores de lo que será o terminarás lamentando lo que pudo ser. ¿Sabes lo extraño de que alguien como el aún exista? Los románticos son pocos y lo sabes.

El silencio se hizo presente entre ambos lados de la puerta que los dividía hasta que el cerrojo cedió dando paso a la chica con un sencillo pero aun así hermoso vestido blanco llena de inseguridades y miedo.

―¿Cómo está él?

―Esperando por ti, servido en bandeja de plata ¿No lo crees? ―La morena solo emitió una risita tonta al asentir. ―Ven, ahora vamos a casarte. Soy un padrino de bodas increíble.

Una vez llegó el momento de atravesar las puertas para acercarse paso a paso hacia el altar todas las miradas se posaron en ella, aquella chica quien solo era una más del montón tratando de vivir entre las necesidades. Pero su mirada solo estaba dirigida hacia el hombre de su vida, aquel oficial novato que cautivó sus miedos y se deshizo de ellos. Cada paso que daba era un avance para dejar aquella trágica etapa del pasado para continuar con su futuro.

La ceremonia transcurrió tranquila, sin interrupciones y llena de emociones. Todos contemplaban esa historia de amor interminable, aquel cuento de hadas perfectamente imperfecto que entre golpes y tropezones hallaron la manera de sobrevivir.