Capítulo 24

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POV RACHEL

Estaba nerviosa. Casi era hora que Finn llegará a casa y no tenía algo claro para decirle, ni siquiera sabía si con un «hola» bastaría. Quizá el citarlo aquí era llevar las cosas demasiado lejos... ¿pero y si no lo era? Ambos somos adultos y yo ahora me estoy comportando como una niñita.

El ruido de la puerta abrirse me asustó, pensé que ya había llegado la hora en que Finn tuviera que estar aquí pero al ver la castaña cabellera de Marley me relajé aunque al mismo tiempo comencé a preguntarme que estaba haciendo aquí.

—¿Qué estás haciendo aquí? —Le pregunté rápidamente y al parecer no había hecho un buen trabajo para ocultar la sorpresa en mi tono de voz.

—Tranquila, vivo aquí. —Me contestó sarcásticamente y fue directo a su habitación. —he olvidado mi celular en la mañana, sólo vine a recogerlo.

—Ok...

—Pareces nerviosa, ¿todo bien? —Me preguntó cuándo regresó con el teléfono en mano. —son las dos de la tarde y has preparado comida para... dos personas.

—Marley...

—Vamos Rachel, sé que él vendrá. Podría quedarme, lo juro, podría. —Fruncí el ceño, no podía estar hablando en serio. —Pero no lo haré, Ryder está esperando allá abajo.

—Ryder, ¿eh? Con que así se llama.

—Sí... —No me contestó nada, al parecer su plan de jamás decirme el nombre de su novio hasta que ella tuviera la oportunidad de hablar con Finn le había salido mal. —ahora me iré, te dejaré a solas con tu noviecito.

Salió de la casa con un portón algo fuerte, sabía que estaba enojada.

Termine de arreglar la mesa y a observe por unos segundos, no era la gran cosa pero esperaba que a él le gustara. Minutos más tarde, se escuchó el timbre de la puerta y por instinto comencé a arreglar mi cabello, gracias a Yusia podía decir que no era horrible.

—Hola. —Lo saludé cuando abrí la puerta, lo estudie sin bajar la mirada; parecía nervioso y traía consigo una botella de vino.

—Hola. —Me contestó, con la mano le hice la seña para que pasará y el asintió en forma de agradecimiento con la cabeza alzando un poco la botella. —he traído esto.

—Muchas gracias.

Tomé la botella y la puse en medio de la mesa, pero en el momento me sentí extraña... Agradecía completamente el hecho de que en algún momento mi madre tenía un trabajo promedio, ya que gracias a eso tenía algunas copas guardadas.

—Es bonito el lugar. —Me dijo intentando sacar un tema de conversación.

—Gracias.

No supe que más contestar, con otra seña le indique la mesa para que se acercara y así poder comenzar con la comida. No era gran cosa, pero me había esforzado en hacerla.

La comida fue en silencio aunque no era del todo incomodo, de vez en cuando miraba hacia él lo observaba viéndome y eso hacía que la risa tonta volviera a mí. Finn sabía cómo ponerme nerviosa y lo usaba en mi contra.

—Te ayudaré a recoger. —Me dijo al término de la comida mientras llevaba los platos sucios al fregadero. En este momento no los lavaría, pues aún faltaba que Finn y yo probáramos aquel vino que había traído.

—Gracias, sacaré las copas.

Fui directo al armario, saqué las pequeñas copas viejas y las enjuague. Sentí cuando Finn llegó a mi lado para tomar las cosas y encargarse de servir.

Barely Breathing [FINCHEL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora