Barely Breathing [FINCHEL]

Capítulo 43

#NOBREATHINGDAY

POV FINN

Tenía una resaca del dominio y tenía que trabajar. Sabía que no debía ser irresponsable con mis horarios pero el momento que había tenido ayer de liberación fue increíble, convivir con Kurt ayudó y nos dimos cuenta que lo nuestro si que era una hermandad.

―Por lo visto te has dignado a llegar.

La voz del señor Schuester me hizo recordar quien era el jefe. Al instante traté de no mostrar mi dolor por la resaca y quité mis lentes de la cara.

―No puedo creer que hayas faltado por esto. ―Reclamó al ver mi terrible cara llena de ojeras. ―Se supone que eres policía para cumplir con tu deber, no para estar faltando cada que te de la gana y sobre todo para que lo hagas para emborracharte en quien sabe donde.

―Ha sido la primera vez señor, he tenido muchos problemas que se me hizo fácil irme por ahí.

―Y será la última, Hudson. O no podré hacer más por ti. ―Me quedé sin habla. Desde luego que el hablaba acerca de despedirme y no pude evitar sentirme humillado. ―Desde el principio quedamos que los sentimientos no se combinan con el trabajo y es lo que has estado haciendo. Aquella chica era una sospechosa, al igual que Blaine Anderson y podría ser que hasta Kurt Hummel.

―Pero...

―Pero aquí ya no hay nada que decir. Sam Evans entendió la lección, ¿la has entendido tú?

Me quedaba claro pero no me alejaría de Kurt ahora. Él ha sido el único después de Sam que ha demostrado lealtad y no puedo apartarme así como así, mentir no sería un problema.

―Ha quedado claro, señor.

―Me alegro por eso, porque desde hoy Evans es el encargado en el caso.

―¿Qué? No, no, no. Es mi caso, he estado trabajando muy duro por el.

No podía estar hablando en serio, quizá estaba tratando de darme un poco de lección pero esto era demasiado.

―Debiste pensarlo antes.

Salió de mi oficina dejando un sobre en mi escritorio. Sabía lo que era: la paga de la semana.

―Pero mira quién llegó. ―Dijo Sam entrando a la oficina. ―Tienes que explicarme cada detalle de aquella pelea Finn, no puedes callártelo.

―¿Qué quieres que te diga, jefe?

―Oh... Ya te ha dicho.

―No te preocupes, solo te advierto que recuperaré mi puesto. ―Dije entre risas intentando lucir seguro aunque no lo estaba.

―Cuéntame que ha sucedido.

Respiré profundamente y se lo conté todo. Sabía que no se callaría hasta que lo hiciera y no estaba de humor para discutir con mi ahora jefe.

Sam no hizo nada mas que gestos cuando algo no le parecía o se le hacía demasiado duro, hasta que llegué al momento en que describí el golpe a Rachel porque rápidamente dijo:

―Fuiste un idiota, sobre todo porque ni siquiera la ayudaste a levantarse o verificaste si habías golpeado en alguna parte sensible. Sé que estabas dolido, pero no te daba el derecho para comportarte así.

―¿Estás del lado de ella?

―Estoy del lado de lo justo y estoy seguro que es del lado de ella, sí. No me creerás, pero te aseguro que terminarás arrepintiéndote de todo lo que hagas mal ahora que no están juntos.