Un odio no normal. Ganadora De Los Premios Wabbys.

"Mi única familia." Parte 3.

-Gracias chicos...-
***
Pasaron las horas de clase, los chicos se quedaron todo ese tiempo conmigo.

-Bueno, creo que ya se pueden ir...- les propuse.

-Oh,  No te librarás de nosotros tan fácil- dijo el pelirrojo.

-¡Así es! Te llevaremos a tu casa- dijo el castaño sonriente.

Ambos se me acercaron y cada uno me tomó de los brazos, a lo que yo solté un quejido fuerte.

-Oh, lo siento, que tie...- el chico alzó una de mis mangas y vió la marcas -¡Mierda! ¿¡Qué te pasó?!- me preguntó asustado.

-Ya te lo había dicho, mi mamá está muerta y mi papá en la cárcel-

Los tres se miraron preocupados, parece que se comunicaban mediante la mirada.
Sin decir nada ellos me cargaron me metieron al auto que al parecer era del más alto.

-Oye ahora que recuerdo, no nos has dicho tu nombre- dijo el moreno mientras se subía en el asiento del copiloto.

-Armin...Armin Danner- afirmé con un gesto de indiferencia.

-Ok Armin, ¿dónde vives?- preguntó el castaño.

Les dije mi dirección y nos dirigimos ahí.
Al llegar saqué mis llaves y les abrí, al ver mi casa, todos pusieron una cara de horror, era válido, ya que habían botellas por todos lados y cajetillas vacías.

Ya se me había pasado el efecto de las pastillas, por lo cual tenía una gran jaqueca.

Los tres , sacaron sus celulares y marcaron a un número que desconocía.Después de un rato todos colgaron sonriendo.

-¡Pijamadaaaa!- dijo el pelirrojo.

-Diablos Leo, eso sonó muy gay- dijo el moreno y todos comenzamos a reír.

-¿Cómo que pijamada?- pregunté sobándome la cabeza.

-Si, les llamamos a nuestros padres y nos dejaron-

-¿Y para qué quieren quedarse?- pregunté arqueando una ceja.

Los tres se miraron nerviosos.
-Eh... Pues no nos conocemos y podemos aprovechar ésto para hacerlo- dijo el más alto.

-De... Acuerdo- dije entrecortado.

Y así fue mi ''primer día de clases", con unos extraños amigables ayudándome a no estar en problemas, sabiendo mi historia familiar y finalmente durmiendo en mi misma casa.
Al final supe sus nombres, el más alto es Spencer, el moreno es Paul y el pelirrojo es Leo.
Antes de ir a dormir, los chicos recogieron la casa, tiraron las botellas y las cajetillas, dejaron la casa como si fuera nueva.

Cada uno escogió donde dormiría, uno en el sillón, otro en el piso y el otro en un puff que tenía.
Yo me quedé en mi cuarto, pero a media noche me desperté, estaba temblando, sentía como mi pecho se presionaba , sentía como si mi corazón fuera a explotar. Caí de la cama y comencé a retorcerme en el piso.

-¡L-Leo!- grité con lo poco de fuerza que me quedaba, al parecer fue la suficiente, ya que los tres llegaron a mi algo agitados.

-¡Tranquilo, Tranquilo!- dijo Paul mientras tomaba mi cabeza y la ponía sobre sus piernas.
Spencer al parecer llamó a una ambulancia.
Después de media hora llegaron haciendo sonar la sirena.
Dos paramédicos me pusieron sobre una camilla y me llevaron hasta la camioneta.
Los chicos se subieron al auto de Spencer y nos siguieron hasta el hospital.

***
No recuerdo mucho, acabo de despertar en una habitación de hospital, tengo una gasa en la cabeza.
Hay tubos enterrados mediante agujas a mi brazo.
Ví a Paul durmiendo en un sofá.

-¿Paul?..- susurré.
De repente se abrió la puerta y aparecieron los otros dos chicos.

-¡Armin! ¡Despertó!- gritó Spencer sonriendo.
Paul despertó enseguida.Los tres se me acercaron.
Pero fueron interrumpidos por el doctor, quien entró a la habitación y les hizo un gesto indicándoles que salieran.

Una vez que salieron, el doc se me acercó.

-¿Sabes qué cantidad de sedantes tenías en tu cuerpo?- me preguntó serio.

Yo lo miré sin decir nada.

-Al parecer, te metiste , ¡incluso sedantes para caballo!, ¿A caso te quieres morir Armin?- Preguntó mirándome fijamente.
-Mira tu pierna, ni siquiera puedes mantenerla quieta-

Sin darme cuenta, mi pierna se movía de arriba a abajo golpeteando al suelo.

-Debes de dejar esto, y para eso te tendremos que internar-

-Las necesito- dije mientras una de mis venas se asomaba en la zona de la sien.

-No Armin, sólo te matan, ¡no te ayudan!- dijo el Doctor.

-¡Ellas me ayudan con ésta basura!- grité.

-¡No resuelves tus problemas con ésto!- Me levantó la voz.

-¡Usted no sabe nada!- grité para acostarme y darle la espalda con un movimiento violento.

El doctor se dirigió a la puerta y tomó la manija pero antes de salir dijo...-Tienes suerte de tenerlos en tu vida- con un tono suave, después se retiró.

POV Spencer...
Estaban esperando a que el doctor saliera de la habitación de Armin.

-Pueden entrar- dijo el Doctor y se fue.

Todos entramos curiosos y lo vimos acostado con el ceño fruncido.

-¿Cómo se siente el lavado de estómago?- dijo bromeando Leo.

El se acomodó, sentándose en el borde de la cama y bajó la cabeza.

-Gracias...-

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Holo!
Al parecer el próximo capítulo será el último de "Mi única familia."
Nos leemos pronto 7u7