Un odio no normal. Ganadora De Los Premios Wabbys.

"Fríamente contra mi piel".

POV Julieta...

Me había puesto un ligero vestido floreado. Llevaba conmigo un bolso de mano que combinaba a la perfección con mi conjunto.

Maldición, ¿Por qué me había arreglado tanto?.

Al llegar a la entrada del parque, me llevé la sorpresa de ver a Leonarado sentado a la sombra de un árbol, en el que la vez pasada...

"Me gustas, ¡Y mucho!".

Agh, Agité mi cabeza de un lado al otro, tratando de eliminar esas palabras de mi memoria. 

Seguí caminando hasta notar que Leonardo se dio cuenta de mis pasos y se giró hacia mi.

-Oh, hola- Esbozó una gran sonrisa.

-Hola- La devolví.

-Diablos, te ves muy linda hoy- Me miró de arriba a abajo.

-Gracias...- Reí nerviosa. -Tú también lo estás...- Titubeé.

-¿Linda? Pff siempre, nena- Bromeó con algunos ademanes femeninos.

-¿Qué? No no, yo...- Él comenzó a reír.

-Pareces nerviosa. Tranquila, estaba bromeando- 

-Oh...si- Reí.

Toda la tarde transcurrió entre risas, golpes amistosos y bromas. 

Había oscurecido y no faltaba mucho para la llegada de Vladimir. 

-Bueno, ha sido un lindo día...- Mencionó el más alto, mientras caminábamos por la calle. 

-Si, así es- Sonreí mirando el pavimento. 

-Bueno, pues...creo que debemos irnos- Rió.

-Ah, si si...- Susurré cabizbaja. 

-Julieta- Se detuvo en seco. Él solamente sonrió y miró el cielo.

Lo miré detenidamente, desde subarbilla hasta su último cabello. Su rojiza cabellera brillaba con una gran intensidad, debajo de un farol. Sus ojos se hacían pequeños por su gran sonrisa.

-Hoy fue realmente lindo...- Su comentario me hizo sonreír -Pero no quiero verte más- Rió con cierta tristeza.

No entendía nada, era realmente confuso.

-Como lo sabes, estoy enamorado de ti. Pero tú lo estás de alguien más... Y solo me estoy haciendo daño, por eso he decidido dejarte ir- 

Me miró con una media sonrisa, la cuál, parecía más una mueca. Se inclinó, y me dio un corto y tierno beso en la frente.

-Te amo...- Susurró fríamente contra mi piel. 

Sin más, se dio la media vuelta, y avanzó en sentido contrario al mío. Dejándome plantada, en el duro concreto.

Y con una horrible sensación en mi estómago.