"Pérdida de tiempo".

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POV Spencer...

Me encontraba afuera de su casa. Mirando la puerta fijamente.

-Vamos Spencer, hazlo- Hablaba conmigo mismo. 

Cuando al fin obtuve el valor necesario, bajé de la camioneta y caminé hasta la entrada. Titubeé un poco antes de al fin, tocar.

Tardó unos pocos segundos antes de abrir. Ahí estaba, frente a mí con un gran gesto de duda en su rostro.

-¿Spencer...?- 

-Hola... ¿Puedo pasar?- Pregunté con timidez.

Se hizo a un lado, dejándome adentrar a la sala. Me miraba con cierta curiosidad.

-Te preguntarás qué hago aquí- Reí nervioso.

No obtuve respuesta alguna.

-Sólo quiero saber una cosa...- Desvié la mirada -¿Por qué..?- 

Podía ver la culpabilidad en sus facciones.

-¿A caso no piensas hablarme? ¿Así se resolverá todo? Pff, vamos Lailo, creí que eras más madura-

Ella sólo agachó la mirada.

-Sabía que sólo sería una perdida de tiempo- Suspiré con decepción y me dirigí a la puerta. 

Tomé la perilla, sin embargo, antes de abrir la puerta...

-¡Lo siento!- Un gran grito con tono chillón resonó por casi todo el barrio.

Enseguida me giré viéndola romper en llanto.

-Siento haberte lastimado, siento haber jodido todo, siento haberte traicionado de esa manera- Lloraba como si de una fuente se tratase -Me siento totalmente asquerosa... Saber que te fallé de esa manera- Llevó ambas manos a su rostro, como si quisiera que fueran un tapón para evitar seguir expulsando esa cantidad de lágrimas.

No pude evitar sentirme mal. Mirarla de esa manera, llorando desgarradoramente.

-Siento haber sido...una pérdida de tiempo-.

Sentí un gran dolor justo en el pecho, como i mi corazón estuviera al borde de algún tipo de explosión.

En un movimiento casi de reflejo, corrí para abrazarla. Necesitaba que dejara de llorar, necesitaba reconfortarla, necesitaba...verla sonreír.

-L-lo siento Spencer...- Susurró contra mi cuerpo.

Me mantuve en silencio. Sólo podía besar una y otra vez su pequeña cabeza.

Nos quedamos así algunos minutos, quizá horas. El tiempo era lo de menos mientra ella estuviera conmigo.

Casi cuando el llanto cesó, ella levantó la vista. Haciendo que nuestras miradas se conectaran.

Cuando menos me di cuenta... De nuevo...De nuevo sus dulces y suaves labios se encontraban sobre los míos.

Mi cabeza comenzó a dar mil vueltas. Su aroma entraba por mis fosas nasales, su tersa piel se fundía junto con la mía.

Estúpido aire, ya nos hacía falta.

Nos separamos lentamente aún sin abrir los ojos. Nos encontrábamos a escasos centímetros el uno del otro.

Ella escondió su rostro en mi cuello, sentía el cálido aliento de la menor.

-Spencer...- Susurró, haciendo que mi piel se erizara en su totalidad -Te amo...-

¿Qué? ¿A caso había escuchado bien...?

¿Ella...me amaba?

Un odio no normal. Ganadora De Los Premios Wabbys.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora