Un odio no normal. Ganadora De Los Premios Wabbys.

"Celos."

POV Julieta...

-¿Ya terminaron con sus homosexualidades?- preguntó entre risas Leo.

Todos comenzamos a reír mientras que Paul y Spencer se ponían como tomates y se arreglaban. Eso me gustaba de Leo, siempre puede hacer interesante una plática con su gran carisma. Le sonreía tontamente hasta que él lo notó, nerviosa agaché la cabeza. 

-Aquí tienen su cena jóvenes- dijo una mesera con dos charolas llenas de Comida.

A mí me entregaron un gran plato de Spaguetti, al igual que a Leo. Estaba sentada junto a Vladimir, quien pidió una tortilla de patatas, un platillo típico de España. Todos comimos en un ambiente agradable, una que otra broma salía al aire. 

Yo a veces comía un poco del plato de Vladimir y él del mío, nunca pensé en que volvería a verlo. Hace tiempo, me sentía atraída por él, bueno...realmente me enamoré, pero nunca fui lo suficiente valiente para confesarme.

-Te manchaste, rizos- Dijo Vladimir sonriéndome, ese era el apodo que me puso en la infancia. A continuación, tomó una servilleta y limpió la comisura de mis labios, a lo que yo, inmediatamente me sonrojé. Miré de reojo a Leonardo, y tenía la vista en su platillo, mordiendo sus labios mientras apretaba con fuerza su tenedor. Me sentía muy mal por verlo así...

-Ohh, ya entiendo- dijo Fernanda con una sonrisa pícara. 

-¿Q-qué?- pregunté nerviosa.

- ¿Desde cuándo salen? - Preguntó burlona Lailo. 

-No lo hacemos- respondió Vladimir riendo.

-Oh! ¿Por qué no? - Preguntó Fernanda.

No podía evitar mirar a Leonardo -Basta- les pedí a las chicas.

-Eh! Que no tiene nada de malo!- Exclamó Lailo. Los chicos se limitaban a ver a Leo algo incómodos. Vladimir sólo sonreía.

-Chicas- exigí.

- Son tan lindos!- terminó Fernanda.

-Fern!!- empecé , sin embargo me callé al ver cómo se paraba de su asiento Leo.

-Ahora vengo- susurró cabizbajo para después irse. Todos nos sobresaltamos un poco.

Miré a las chicas de mala manera para después negar con la cabeza.

POV Leo...

Me dirigí a los baños, al entrar me recargué sobre la puerta para después deslizarme sobre la misma. Recargué mis codos sobre mis piernas y tapé mis ojos sobre mis manos, dejando todo el peso de mi cabeza sobre ésta.

-Idiota, idiota, idiota- repetía en susurros. 

*Suspiro*

- Te...¿amo? -

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Holo!
Muy bien Chicas, muy bien.
Hoy doble cap!
Nos leemos pronto 7u7