POV Barbara...
Al parecer Lailo y yo no supimos ponernos un límite, ya que ambas habíamos tomado demasiado, llegando al punto de reírnos de cualquier comentario hecho por la contraria.
-Ésto es ridículo...- Soltó una pequeña risa -¿Por qué eres tan amable conmigo? ¿A caso no recuerdas cómo te hablé ese día en el auditorio?... ¿O cómo Armin te engañó conmigo?- Miró con una mueca la botella que se encontraba en su mano.
Enseguida hice un ligero puchero mientras la observaba detenidamente. -Sinceramente... me alegra que me haya engañado contigo... No lo hubiera soportado con alguien de las chicas-
-¿Por qué...? Pensé que me odiarías...- Me miró con un gesto de tristeza.
-Bueno... tratábamos de no hablar sobre eso... sin embargo, ambos sabíamos que estábamos enamorados de alguien más- Sonreí ocultando mis dientes.
-¿De qué hablas? ¿A caso no se querían?- Preguntó totalmente asombrada mientras se acomodaba en el sillón como una niña pequeña en espera de un cuento de hadas.
Al mirar su comportamiento solté una carcajada, casi al mismo tiempo que daba un sorbo a mi bebida.
-Claro que lo hacíamos... Lo amaba- Alardeaba con una gran sonrisa en mi rostro, mientras realizaba un gesto con mis manos. Sin embargo, ésta se desvaneció al recordar todo lo ocurrido y la razón por la cuál había invitado a salir a Lailo -Pero... ambos amábamos a alguien más...- Susurré mirando la enorme pila de botellas que se encontraba en el suelo de mi departamento.
-Eso debe ser triste... que la persona a la que amas quiera a alguien más...- Bufó rodando los ojos.
La miré algunos segundos antes de hablar. -Pero es peor cuando quiere a la misma persona que tú quieres...-
Ella me miró algo confusa. No podía soportarlo más, por lo que me levanté dirigiéndome a ella a un paso apresurado.
La pelimorada se encontraba sentada en mi sofá contrario, al estar parada frente suya , me incliné hasta ella, quedando a su altura. Lailo se había quedado estética, a lo que la tomé de la barbilla, para después... Besarla.
POV Leo...
Mis ojos no pudieron contener las lágrimas, al mirarlo en esa camilla, conectado a todos esos aparatos. Con aquella mascarilla de oxigeno a su rostro.
Enseguida llevé mi mirada a la castaña que se encontraba de pie a un lado suyo.
-¡¿Por qué no nos dijiste nada de ésto?!- grité eufórico.
-Leonardo, por favor cálmate...- Me pidió.
Di un paso a ella totalmente molesto, sin embargo, sentí el agarre de Spencer y Paul evitando que me acercara a ella.
-Dana, ¿Qué es lo que pasó?- Preguntó desesperado Paul.
-Armin tuvo un accidente automovilístico...- Apretó sus labios con los ojos cristalizados.
-¿Y por qué no nos dijiste?- Reclamó Spencer.
-Él lo pidió así...- respondió Dana débilmente.
-No te creo- Repliqué molesto.
-Por favor... váyanse... pronto despertará- Pidió preocupada.
-Eso me importa un carajo- Tensé mi mandíbula.
-Chicos, por fav...- No pudo terminar, ya que una débil voz, llamó nuestra atención.
-¿Chicos...?-
POV Barbara...
-¿P-Por qué hiciste eso...?- Preguntó Lailo totalmente ruborizada, a una corta distancia.
-L-Lo siento...- Respondí entrecortadamente.
Ambas nos mirábamos directamente a los ojos, mientras nuestras cercanas y agitadas respiraciones, se mezclaban al compás de los acelerados latidos de nuestros corazones.
Ninguna de las dos, se movía. Yo me encontraba encima suyo, sobre aquel pequeño sofá marrón con el agrio sabor del alcohol en mi boca.
Finalmente, me quité con rapidez sentándome a un lado de la pelimorada arrepintiéndome brutalmente con lo a penas ocurrido.
-Lo siento, lo siento, lo siento....- Susurraba una y otra vez mientras escondía mi cabeza entre mis piernas, que se hallaban sobre el borde del sillón.
Sentí el pequeño movimiento de Lailo sobre el sofá, sentándose mientras se reincorporaba.
-No...No hay problema...- Susurró cabizbaja.
-Es sólo que...que...- No podía formular palabra alguna. Sentía un gran nudo en mi garganta.
Ella se mantuvo en silencio, hasta que algo desesperada levanté mi mirada aún con los ojos cerrados fuertemente, para poder confesar...
-¡Estoy enamorada de ti!-
Nos mantuvimos unos largos segundos en silencio, hasta que volví a sentir un movimiento sobre el sofá. Lailo se había levantado...
Lentamente abrí mis ojos para encontrármela frente mía, mirándome detenidamente. Enseguida mis mejillas, obtuvieron un ligero rubor.
Mantuvo unos segundos su mirada, hasta que...
Sentí como posaba sus labios sobre los míos. Totalmente conmocionada me quedé helada, pero no por mucho tiempo como para no corresponder.
En verdad no podía creer lo que estaba sucediendo...era... Solamente un ... Gran error.
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Un odio no normal. Ganadora De Los Premios Wabbys.
Ficção AdolescenteUn chico, dos chicas. ¿Qué puede pasar? Nada bueno. Pasados desgarradores, futuros inciertos. Un odio no normal, en definitiva. ¿El amor se demuestra como tú piensas que se hace? Giros y eventos que cambian el destino sorpresivamente. Una historia v...