Ellie
Mi respiración es profunda, las sábanas son suaves, no necesito nada más, me siento cómoda. Por lo tanto, me mantengo en la cama, con tranquilidad. El sol no me molesta, la luz es tenue para hacerlo, debe ser temprano. La calma se esfuma cuando oigo un portazo y me sobresalto. Abro los ojos y rápidamente, me levanto, vistiéndome con velocidad. Salgo a toda velocidad cuando termino de prepararme, porque la curiosidad me está atrapando.
Visualizo a Jayce en la cocina, parece malhumorado. Debe ser la resaca, ahora que se aguante por imbécil. Debo reaccionar, ya me he levantado, debería entrar y saludar. Volver a ser una dama, no quedarme cerca de la puerta, escondida, donde se me puede juzgar de acosadora y además, una muy obvia. Camino y me sirvo algo de café, agarro algunas galletas para luego sentarme en frente de él, en aquella mesa.
―Buenos días. ―Revuelvo mi taza.
Hace una pausa eterna, para entonces levantar la vista un segundo y luego bajarla.
―Hola ―exclama en seco.
¿Me acaba de ignorar o me parece a mí? Como muy arisco, ¿no?
―¿Te duele la cabeza? Te conseguiré un analgésico ―digo amablemente.
―¿No estabas enojada conmigo? ―Se mantiene concentrado en una revista y no toma ni un sorbo de su café.
―La educación y la salud siempre están primero ―expreso de manera cortés y calmada.
Se hace un silencio enorme. ¿No va a responderme?
―¿Vas a contestar? ―insisto ante su extraño comportamiento y me sobresalto cuando me vuelve a observar―. ¿Quieres un analgésico? ―Siento mis mejillas arder al él mirarme fijamente.
―No, gracias. ¿No te ibas de tu amiga Estefanía? Seguro te está esperando.
―Aún no hemos arreglado. ―Bajo la vista al él mantenerla y lo que más me incomoda, es que aún no he visto ni una sola sonrisa. Está demasiado serio para ser Jayce―. Tú pareces el enojado, no yo.
―Estoy enojado, pero no contigo.
―¿Y entonces con quién? ―Levanto mi visión, entrándome curiosidad.
―Con la señorita Serpiente, hoy será su funeral ―expresa calmado y vuelve a observar su revista con confianza―. Hoy es día de sangre. ―Sonríe y me atemorizo por su acotación macabra.
―Bueno, admito que me cae mal, pero tampoco para exagerar, y además es peligrosa, ¿no viste todos los seguidores que tiene? ―Intento detenerlo, pero pareciera que todo lo que le digo se esfumara como si no llegara nunca a sus oídos―. ¿Me estás escuchando?
―No. ―Se levanta de su asiento y deja todo a la mitad, caminando hacia el pasillo, en dirección a la puerta de salida.
Entonces lo sigo.
―¿A dónde vas?
―Ya te lo dije. ―Veo como carga su arma.
―No sabes dónde encontrarla ―inquiero, intentando persuadirlo.
―¿Quién dice que no? ―Sale fuera y camina hasta su auto.
Subo a su vehículo, sin su permiso, como la otra vez, y frunce el ceño. Cielos, cada vez me desconcierta más. ¿Qué forma de despertarse en la mañana es esta? Aunque dice que no está enojado conmigo, pareciera que sí, y en realidad, mucho.
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Perversa Oscuridad: Orígenes [#6]
ActionEllie Divine, es la hija de un traficante de personas, la mafia más perversa, la red de trata. Ella odia a su padre, por los maltratos constantes que recibe su madre. Un día, harta de la situación, por un arrebato y en defensa propia, termina asesin...