Jayce
El tiempo corre, debo apresurarme, varios han empezado a enterarse que Divine está muerto. Es obvio que Ronald y la madre de Ellie tienen algo. Eso supone más compleja la situación. No cuestiono a la mujer, era maltratada por su marido y encontró refugio con el primero que se pudo aprovechar, en este caso Rockefelle. Aunque en esto, seguramente, lo hace para acercarse a su hija, la viuda no le sirve para nada.
Camino por mi casino y llego hasta la sala de la ruleta. Sonrío y le hago una seña al crupier, él presiona el botón debajo de la mesa, entonces todos pierden y la Casa gana. O sea, me quedo con todo el dinero apostado. Me voy triunfante mientras oigo los quejidos de mis clientes, parece que gané bastante.
Voy al fondo del pasillo y me acerco a una puerta oculta, enciendo un cigarrillo cuando veo al hombre sentado, golpeado y atado a una silla.
―¿Y? ¿Ya vas a pagarme lo que me debes?
―Necesito más tiempo ―ruga y escupe sangre.
―Más tiempo. ―Sonrío y me lo pienso―. Suéltalo ―le digo a mi empleado y obedece, luego vuelvo a observar al hombre, nuevamente―. Tres días. ―Me giro para irme y escucho cómo se queja, pero lo ignoro.
Vale, otro cliente "satisfecho". Me divierto mucho, me río.
Voy hasta la parte del bar y me siento a tomar algo fuerte, una chica me hace ojitos, una presa fácil.
Eso es lo que necesito, fáciles.
No hago ningún esfuerzo cuando me acerco hasta la morocha y ella pasa su dedo de manera sensual sobre mi corbata. Sé lo que quiere, uno mis labios con los de ella y me corresponde.
―¿Hay algún lugar donde podamos estar a solas? ―pregunta al yo dejarla respirar y quedar acalorada.
Demasiado fácil diría yo.
―Quizás en otro momento, preciosa. ―Presiono su trasero, ella gime y me alejo.
―Espera. ―Se agarra de mi chaqueta―. ¿Por qué no ahora?
―Linda, no quiero matarte. ―Le sonrío y me aparto―. Eres una buena asesina, pero quien te pagó se equivocó, si piensa que mi debilidad son las mujeres.
Frunce el ceño al darse cuenta que la desenmascaré.
―Maldición. ―Baja la vista y me percato de su acción cuando intenta atacarme con un cuchillo―. ¡Suéltame! ―Forcejea al yo agarrar su muñeca.
―¿Quién te envía? ―exclamo cerca de sus labios. Al no responderme agrego―. Dime y te dejo ir, no me dices y te asesino, tú eliges.
Respira agitada, es obvio, sabe quién soy.
―Paul... eso solo me dijo.
No le creo, pero la suelto.
―Vete y no regreses.
Se marcha corriendo. No debí haberla dejado ir, pero me hubiera dado lástima matarla. Es obvio que ese tal "Paul" sabe que soy un depredador de mujeres y me cuesta asesinarlas, pero no voy a dejar que me traiga problemas. Miro a mi empleado, entonces le hago una seña para que la siga.
Salgo de El Conquistador, qué buen nombre tiene mi casino, y llego a mi casa. Me quedé sin sexo, parece. Me tiro a la cama, qué aburrido.
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Perversa Oscuridad: Orígenes [#6]
AcciónEllie Divine, es la hija de un traficante de personas, la mafia más perversa, la red de trata. Ella odia a su padre, por los maltratos constantes que recibe su madre. Un día, harta de la situación, por un arrebato y en defensa propia, termina asesin...