44: Sin elección

2K 201 39
                                    

Ellie

Jayce es un manipulador experto, esto es más que una trampa de seducción. Encerrada en un cuarto, sin elección, sin opciones y a la vez, lo deseo tanto. Si hago lo que quiere, me ayudará con lo de mi madre, no sé cómo, ya que si pide paciencia, este es un proceso largo. No hay de otra, solo me dejaré llevar por mis emociones y me olvidaré de todo lo demás, al menos por esta noche.

Presiona mi pecho mientras me besa y luego sus dedos pellizcan mi pezón. Reacciono en seguida, no voy a mentir, si lo extrañaba. Baja las tiritas y deja mis senos expuestos, entonces se relame los labios.

―Me encanta que no lleves sostén. ―Ataca justo la zona que quiere y yo gimo, dejándome llevar. Siento la humedad de su lengua en mi pezón―. Mi Lady Salvaje ―susurra.

―¡Oh! Jayce. ―Me agarro de esa cabellera castaña mientras sigue chuponeando ahí―. Jayce. ―Sus dedos pasan a mi intimidad, doble éxtasis―. ¡Oh! ―Es el paraíso de la pasión.

―Se ve que lo disfrutas. ―Chupa sus dedos, lo llena de saliva, vuelve a meterlos en mi cavidad, hace círculos allí dentro y yo continúo gimiendo para él―. Me encanta verte de esta manera, mi amor ―expresa de manera romántica y siento que el pulso se me acelera. Suena tan cariñoso y apasionado a la vez―. Eres preciosa.

Me muerdo el labio inferior, reprimiendo otro gemido.

―No me digas eso.

―¿Por qué? Es la verdad. ―Sus manos pasan a mis piernas, agarran mi bombacha empapada, tirándola hacia atrás, de paso se deshace también de mis zapatos y ahora estoy completamente expuesta, cuando abre mis piernas del todo―. Así, justo así, de esta forma te deseo. ―Se relame los labios―. A ti y solo a ti, te amo, mi Lady Salvaje. ―Me besa de forma apasionada y mi corazón vuelve a acelerarse.

Ya no sé ni qué pensar de Jayce.

Se baja su pantalón, al mismo tiempo que su bóxer, y muestra su prominente erección. Saca un preservativo de su bolsillo, siempre está preparado al parecer, y se lo pone rápidamente. Se acerca hasta mí, apoya mis piernas sobre las suyas, me las hace flexionar, empuja mi espalda contra la pared y se prepara para penetrarme. Es una posición algo compleja, pero parece que él está más que listo, tiene todo el control de la situación.

―¡Ah! ―chillo cuando se adentra en mí.

―Bonita. ―Presiona mi trasero y me empuja contra la pared mientras me embiste repetidas veces―. ¡Uf! Perfecta.

Me aferro a su espalda al notar la profundidad de sus penetraciones y siento que estoy volando por la excitación. Subo y bajo, es un conjunto de movimientos. Me estimula a tal grado, que genera que yo participe más de lo que debería. Muevo mis caderas, buscando más. Los orgasmos llegan y no puedo parar, esto es demasiado para mí.

―¡Oh, Jayce! ―Lo rasguño―. ¡Vas a matarme! ―Continúa el movimiento constante―. Destrúyeme. ―Nos besamos con intensidad. Esto ha llegado al extremo.

De la excitación.

Se muerde el labio inferior.

―Qué intensa.

Mi pecho sube y baja por mi respiración agitada.

―Voy a explotar... ¡Ah! ―Un orgasmo fuerte llega a mí y veo las estrellas.

Si quedaba algo de dama en mí, ya ha desaparecido.

―Oh, mi Lady Salvaje, esto recién empieza ―exclama con agitación y presiona mi trasero, continuando con sus movimientos profundos, llevándome al abismo más excitante.

~~~

Los días siguen pasando y continúo en esta habitación, sin noticias de mi madre, pero teniendo sexo. Es una de las pocas rutinas diarias que hago en este "cuarto oscuro". Aparte de lo básico como dormir, comer, ducharme e ir a hacer mis necesidades, no hay nada más para hacer en este lugar. No es que tuviera muchos hobbies antes o si la universidad se podría considerar uno, pero, me siento estancada, mi vida no se puede basar solo en sexo y cuatro paredes. Mi libertad parece tan lejana.

Y creo que ya he hecho el kamasutra completo.

Las palmas de mis manos tocan el suelo, mientras estoy inclinada con mitad de cuerpo hacia afuera de la cama, completamente desnuda. Esto es vergonzoso, Jayce tiene una visión estera de mi trasero. Mis caderas están sobre sus piernas y está a punto de penetrarme, sentado en la comodidad de la cama, mientras yo tengo esta pose extraña.

―Jayce... tú y tus ideas raras ―digo sintiendo la vergüenza.

―Es para tener muchos más ángulos bonitos de ti, cariño. ―Oigo que se ríe y eso no me ayuda en nada―. ¿Por qué te quejas si después te gusta? ―Hace una pausa, esperando mi respuesta.

―Hum, es que yo... ―exclamo tímida―. ¡Ah! ―No me deja continuar cuando se introduce en mí―. Eso... eso es trampa. ―Mis manos tiemblan al sostenerse.

―Venga, ayúdame, yo sé qué quieres. ―Acaricia mis piernas y las aferro a su cintura―. Lady Salvaje, eres una pervertida. ―Comienza a moverse, entonces mis brazos se flexionan una y otra vez por el movimiento.

―Ah... ah... ah... ¡Jayce! ―chillo de placer.

―Hoy estabas muy hermosa con la ropa que te compré ―acota―. ¡Uf! Pero ahora estás mucho mejor... ―Oigo sus jadeos―. Preciosa. ―Presiona mi trasero―. Llámame, mi amor, ¡pide más!

―¡Más, Jayce, más! ―Hago lo que me solicita y muevo mis caderas también.

Como siempre estoy que exploto.

Últimamente, he empezado a pensar que parezco una prostituta, ya que lo único que hago es complacer a mi marido de manera sexual.

¿Acaso tengo otra opción? ¿He caído tan bajo? Con sinceridad, no dudo de los sentimientos de Jayce hacia mí, pero, esto ha llegado a un límite que no puedo controlar.

―Volveré más tarde, así que no me esperes esta noche ―me aclara cuando terminamos de tener sexo y comenzamos a vestirnos.

―Bueno ―digo en tono bajo―. ¿Alguna noticia de mi madre? ―agrego antes de que se vaya por la puerta, acercándome rápido hasta él, no quiero que se me escape.

―No, pero estoy en ello. ―Me da un pequeño beso y cuando sale oigo el "clic" que ahora conozco a la perfección.

Ese es el sonido de la cerradura cerrándose, demostrando mi encierro.

~~~

Estoy sentada en la cama, sin hacer absolutamente nada, como siempre, pero me sobresalto cuando oigo la puerta abrirse.

Qué extraño, Jayce dijo que no vendría y Chris ya me ha dejado la comida, ¿por qué la puerta se abre?

Oigo los pasos y me sorprendo al verlo entrar.

―Nikolai.

¿Qué hace el padre de Jayce aquí? ¿Qué quiere?

Esto me trae un mal presentimiento.

Perversa Oscuridad: Orígenes [#6]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora