Ellie
Jayce entró a este lugar, lleno de mafiosos, solo para matarme. Esto se está convirtiendo en un delirio. ¿Acaso se ha vuelto loco? Puede que terminemos muertos al mismo tiempo, si continúa con esta situación.
Bebe su copa, tranquilo, como si no ocurriera nada. Mira a todos, está calmado, no le teme a la muerte al parecer.
¿Qué planea?
Se mantiene apacible y mete la mano en uno de sus bolsillos. Los demás tocan sus armas, pero las bajan cuando ven lo que tiene. Apoya la copa en la mesa, entonces se levanta.
―¿Qué pasó? ―dice sonriente y mueve el disquete entre sus dedos―. ¿Vieron un fantasma? ―Se ríe.
Ronald camina furioso hasta Cross y le recrimina.
―¡¿Ustedes se complotan?! ―grita molesto―. ¡¿Por qué tiene el disco?! ¿No se suponía que lo mandarías a hacer por la mano de Serpiente? ―Rueda los ojos―. Estoy indignado, ¡no necesito hacer negocios contigo! ―Bufa.
―Yo también estoy indignado y no chillo como tú ―aclara el morocho, mirando detenidamente a Jayce, poniéndose pensativo―. Señor Oscuridad, ¿qué sorpresa es esta?
―¿Dijeron mano? ―El castaño la levanta y muestra una serpiente tatuada en su palma―. Es la izquierda, pero igual sirve, ¿no?
―Hicimos un acuerdo con Serpiente. ―De repente Nikolai sale por una puerta―. Y vinimos a aclararles que la Logia está de nuestra parte, así que deberán desistir de querer matar a mi hijo, ¿entendido?
No puede ser, ahora sí estoy perdida.
Me giro a mirar a Jayce, nerviosa.
―¿Vas...? ¿Vas a matarme?
―Debería, pero alguien me dio una idea mejor ―exclama con confianza y guarda el disco en su bolsillo de nuevo, para luego ofrecer su mano―. ¿Me acompañas? Nadie te va a ayudar ―acota―. Tú elige, ¿por las buenas o por las malas? ―Continúa sonriente, retrocedo y me agarra la muñeca―. Parece que no vas a cooperar, será por las malas entonces. ―Me empuja hasta su cuerpo y me alza sobre su hombro.
―¡Ah, bájame! ―Pataleo―. ¡¿Qué estás haciendo?! ―chillo―. ¡Estás loco! ―Comienza a caminar y sigo gritando―. ¡Déjame ir! ―Golpeo su espalda mientras avanza―. ¡Tú, pervertido, asesino, depravado! ―sigo insistiendo―. ¡¿Así tratas a tu esposa?! ¡Bájame!
―Lady, ¿dónde quedó la sofisticada dama? Ni siquiera pareces una damisela en apuros con tantos insultos ―opina y se detiene delante de su coche―. Próxima parada, mi casa ―aclara, entonces me adentra en el vehículo.
―Si no vas a matarme, ¿vas a torturarme? ―pregunto asustada desde el asiento del acompañante y él se encarga de ponerme el cinturón de seguridad―. Voy a morir lentamente ―digo nerviosa y pensativa, pero Jayce se ríe.
―Viste muchas películas esta semana, ¿no? ―Hace una carcajada y luego arranca el auto, estando bastante calmado.
No respondo, ni digo nada más, entonces el trayecto se hace tedioso, incómodo y eterno. Por un momento, intento abrir la puerta del vehículo, sin embargo, es una acción estúpida, ni que me atreviera a saltar de un auto en movimiento. Además, esto está más que cerrado con traba. De vez en cuando me mira y señala su arma, burlándose.
Como diciendo: "No la vas a alcanzar, si intentas quitármela".
Continúa conduciendo, así que se me acaban las opciones. Gira en una curva y ya estamos cerca, reconozco la calle. No quiero morir, no quiero que me torturen y el miedo al no saber qué va a pasar, ¡me está matando!
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Perversa Oscuridad: Orígenes [#6]
ActionEllie Divine, es la hija de un traficante de personas, la mafia más perversa, la red de trata. Ella odia a su padre, por los maltratos constantes que recibe su madre. Un día, harta de la situación, por un arrebato y en defensa propia, termina asesin...