4. La Niebla Siempre Con Nosotros.

Metamorfosis (100).

Narra Ben.

Llegó el día del Open, y era día de poner en marcha el plan que tenía para ayudar a Bella a hacer las paces con mi hermana.

Mientras Malena cantaba, yo veía de lejos a Bella abrazarse con Leonardo. 

- Ben, necesitamos tu ayuda.- me dijeron Sil y Cel.

- Justo yo quería hablar con ustedes.- sonreí.

- Mira, nosotras le enseñamos parte de nuestra presentación a Ali.- me decía Cel.

- Y lo que tú debes hacer es que quiera cantar con nosotras para hacer las paces con Bella.- asintió Sil.

- Me imaginé que ustedes planeaban eso cuando las escuché ensayar desde la habitación de Ali anoche.- indiqué. - Por eso creo que llegó el momento de que Ali escuché lo que ha estado evitando escuchar, la verdad. 

- Intentamos que Francisco hable con ella, pero ni quiso oírle hablar de Bella.

- Quizás a mí me escuche, ya que, después de todo, toda esta riña contra Bella es por mí.- reconocí, cuando Ali comenzó a cantar. Noté que Bella se veía incomoda frente a la presentación de mi hermana, y Leonardo también lo notó. Me volteé hacia el escenario y noté que Ali estaba al borde del llanto cuando acabó y decidí seguirle.

- Ali.- la llamé alcanzándola. -¿Qué te pasó?

- Es que no puedo entender cómo tú no puedes decirle adiós a Isabella de una buena vez.- dijo sollozando.

- Si me escuchas lo que pasó realmente, creo que me entederas.- dije narrando todo lo que ella estuvo ignorando.

- ¿Y por qué recién ahorita me lo dices?- cuestionó cuando en realidad se refería a por qué recién ella escuchaba.

- Porque no querías escuchar.- respondí abrazándole. - Y si me permites, ahora quiero ayudarte a reconciliarte con ella.- le confesé.

- Esperate, ¿tú no quieres volver con ella?- me preguntó sorprendida.

- Ali, lo que sea que pase entre Bella y yo, no debe afectar su amistad.- le expliqué.

- Es necesario poder rugir, inevitable saber gritar.- se oía a Francisco cantar.

- Vamos.-dijo recuperando la serenidad para ir a presenciar la presentación de su novio y nuestros amigos.

Noté que ni Bella ni Leonardo estaban entre el público, así que decidí ir a averiguar dónde se habían metido. Los encontré abrazados en el camarín, estaba prácticamente confirmado que su relación había avanzado más rápido de lo que esperaba. 

- No puedo cantar, es obvio que no me quiere ni ver.- decía Bella triste.

- Bella, este también es tu lugar, no puedes dejar todo atrás solo por una niña terca.

- Ey, no hables así de Ali.- a pesar de todo, aún la defendía. ¿No debería ser ella la enojada con Ali ahora?

- Pero es la verdad, desde que llegué lo único que le he visto hacer es pelearte sin siquiera escucharte.- señaló.

- Puede que ella este molesta por las razones equivocadas, pero me asusta más que nunca pueda perdonarme.- decía a punto de quebrar en llanto, me rompía el corazón verla así.

- Espera, Bella, tenemos un espía.- dijo Leonardo descubriéndome desde la puerta.

- Venía a avisarles que ustedes siguen.- inventé yéndome mientras Ali venía corriendo hacia el camerín.