Silmás.

114 16 37
                                    

Narra Tomi.

- Mi princesa.- concluyó Ben mientras le daba un beso a Sil.

-Sil, pasó mucho tiempo y cada día te extraño más. Me haces feliz, y quiero que seas mi princesa, ser tu Romeo pero sin el final trágico de Shakespeare. Ya no soporto más estar lejos tuyo y, si me das una segunda oportunidad, prometo cuidarte y...- decía nervioso.- ... y recordarte cada día que te amo.- declaré cuando todos aplaudieron mientras Sil se sonrojaba. No me importaba que todas las miradas estuviesen en mí en ese momento, cuando estoy con Sil, mi timidez se va.- Pero si no quieres, entiendo que tendré que seguir luchando por lo nuestro porque nunca voy a olvidarte...

- Tomi.- me interrumpió Sil. - ¿Armaste todo esto por mí?

- Sí, y los chicos me ayudaron a planear todo, hasta poner en palabras lo que siento y quiero por vos.- admití torpemente perdiendo estabilidad sobre mis patines.

- Acepto.- sonrió ella tomándome de los hombros e iniciando un nuevo beso que fue celebrado por aplausos. - ¿Sabes? Aprecio mucho todo esto, pero la verdad es que contigo podría tener una cita más simple en casa o en tu casa. Sé lo tímido que puedes ser, y si bien me parece tierno que te expongas así, la verdad es que me enamoré de ti con tu timidez incluida.- declaró ella.

- Entonces...- decía volteándome a los chicos para cambiar los planes. - ¿Te gustaría cenar en casa?

- Me encantaría.- asintió ella yéndose patinando conmigo.

Una vez en casa, mis padres discutían sobre mi futuro. Mi mamá quiere lo mejor para mí cuando dice que me conviene estudiar afuera y que seguramente gran parte de mis amigos también se vayan distanciando. Pero mi papá sabe que no quiero irme lejos de mi vida.

- Me parece que vine en un mal momento.- me decía Sil.

- Perdón que tengas que escucharlos así.

- Está bien, son tus padres, lo único que hacen es pensar en ti.- me sonrió. - Pero tú eres quién tiene la última palabra a la hora de elegir tu futuro.

- Recién te recupero, lo único que quiero es conservar lo nuestro.- declaró.

- No quiero que tomes una decisión así por mí...

- De hecho, yo creo que hay buenas universidades acá que tienen cursos de intercambio y todo. Y sé que, no soportaría estar mucho tiempo lejos tuyo o de mi familia.

- Entonces, creo que sabes lo que quieres.- indicó Sil tomando mi mano, dándome valor.

- Mamá, papá.- los llamé a Delfina y Pedro. - Por favor, no discutan más por mi futuro.

- Solo queremos lo mejor para vos.- se excusaron ambos.

- Pero la decisión es mía y no me hace bien escucharlos discutir. No es justo para mi novia, no es justo para ustedes, ni para mí.

- ¿Novia?- repitieron ambos.

- Sí, volvimos.- asentimos Sil y yo.

- Entonces hay que celebrar.- decía papá yendo a la cocina.

- Perdón por el mal momento.- se disculpó mamá.- Y felicidades.- me sonrió yéndose tras mi papá.

4. La Niebla Siempre Con Nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora