Leona.

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Narra Bella.

- Ben, vamos a llegar tarde.- decía mientras él me besaba del cuello.

- Es que estás preciosa.- me contestó al oído.

- No podemos fallarles a León y a Malena hoy.- indiqué a mi fiera que me devoraba a besos llenos de pasión.

- Tienes razón.- afirmó distanciandose un poco. 

- Vamos.- le sonreí tomando sus manos y guiandolo hacia el auto donde viajaríamos con Sebas y Angela, recién regresados de su luna de miel. - ¿Cómo lo pasaron?- les pregunté.

- Ay, Bella no sabes de lo que te pierdes, fue el viaje más emocionante de mi vida. Y eso lo digo yo que tuve varios.- me contaba Angela relatandome como su recorrido por cada provincia  Argentina había sido tan épico, omitió algunos detalles dado que su esposo es mi hermano y si bien amo que sean felices, es algo incomodo conocer su lado salvaje.

- ¿Y vos cuando vas avanzar con mi cuñada?-  le preguntó Angela a Benjamín quien intercambio una mirada complice conmigo. Habíamos hecho un pacto de no hablar de casamiento aún. Queríamos casarnos cuando ambos hubiesemos avanzado más en nuestras carreras, cuando estuviesemos estables y bueno cuando consideremos el mejor momento.

- Aún no.- dijimos a la par convencidos de que primero debíamos pasar la ceremonia de nuestros amigos.

- ¿Qué esperan?- preguntó Sebas.

- El mejor momento.- dijimos sincronizados, ya sabíamos lo que queríamos y no estabamos dispuestos a discutirlo con alguien más.

- Niños...- suspiró Angela burlona cuando llegamos al escenario donde celebrarían su boda León y Malena. 

Sil y Cel corrieron hacia nosotras y nos pidieron ayuda ya que Ali se encontraba muy descompuesta.

- ¿Ya estás borracha sin que la ceremonia empiece?- preguntó Angela burlona.

- No, no tomé nada aún.- negó Ali tambaleandose. - Me siento demasiado mareada.

- Descuida, amiga, cuentas conmigo. Ustedes vayan con sus esposos, prometidos y novios, chicas.- las alenté, una vez que se fueron mi intución me llevó a hacer la siguiente pregunta. - ¿Fran sabe que estás así?

-¿Así cómo?- preguntó confundida.

- Mareada.

- Sí, cree que es por culpa de unas chimichangas que comí anoche pero en toda mi vida nunca me sentí mal por comer chimichangas. Y ahora que lo pienso ¿qué crees que haya para comer esta noche? Muero de hambre, estuve todo el día comiendo ligero.

- Tranquila, leona, pronto podrás comer algo, mientras puedo ofrecerte chicle para que controles tu hambre, y de paso ayuda con los mareos.- indiqué.

- ¿Por qué no estudiaste medicina? Serías una gran médica.- me decía mi amiga.

- ¿Quién dice que no?

- ¡¿Qué?! ¡¿Desde cuando eres médica?!

- Estuve estudiando medicina desde que volví del campamento de música, si bien amo la música creo que necesito algo más, seguir aprendiendo, estudio de hobby.

- ¿Por qué recién me cuentas?

- Porque no sabía si me gustaría y  no quería ilusionarlos con que seguiría estudiando, entonces solo Ben y vos lo saben.

- De acuerdo, pero entonces ¿serás médica?

-Por ahora solo creo que lo estudiaré, no me imagino teniendo pacientes ni haciendo realmente cirugías.

4. La Niebla Siempre Con Nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora