Korina.

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Narra Angela.

Pasó una semana desde que encontré a mi padre, él empezó a ir regularmente a un hospital para iniciar un tratamiento para comenzar a recordar su pasado. Sebas y yo estabamos más unidos que nunca, a pesar de que medio colegio shippeara Sebarina. 

Valentín me narró lo que pasó en Buenos Aires,  y no podía creer la coincidencia. Justo a León le toca vivir en la casa de Bella en el momento que su relación con Benjamín pendía de un hilo. Todo es culpa de Korina. De no ser por ella, seguramente León nunca se habría acercado a nosotros y Ben no habría tenido que dudar de Bella.

Estaba sedienta de venganza, pero debía pensar algo bueno. Algo que le de una lección que no pueda olvidar.

- Sebas ¿te enteraste de...?- le preguntaba.

- Bella justo me acaba de contar.- asintió. - Quisiera estar en casa para animarla, para explicarle a Ben que entre Bella y León solo hubo amistad.- suspiró.

- Quizás podríamos ir a casa antes.- sonreí.

- ¿Qué estás planeando?- pregunté.

- Vengarme de Korina.- declaré.

- ¿Cómo?

- No intentes detenerme, Sebas, que ella es... Espera ¿dijiste "cómo" como que queres ayudar?

- Por supuesto.- rio.- ¿Cuál es tu plan, Angela?

- Bueno, en realidad pensaba simplemente darte un beso frente a todos, ya sabes para que sepa que ella no nos puede separar.

- Quizás sería mejor que yo te lo de, así sabe que mis sentimientos por vos siguen intactos a pesar de sus manipulaciones. Y además pensé en devolverle el licuado con el que recibió a mi hermana.

- ¿Qué insinuas, Sebas?- pregunté suspicaz.

- Veni.- indicó guiándome hacia los lockers donde casualmente encontramos a Korina sonriendole a Sebas. - Perdón, Korina, ¿me prestas tus apuntes? Es que estuve la última clase algo disperso y no tomé nota.- decía él mientras yo lo miraba confundida.

- Claro.- asintió ella abriendo su locker cuando una ola de licuado de frutilla se deshizo en su cara. - ¡Fuiste vos!- me empezó a culpar con en una rabieta.

- No, aunque quisiera haberlo pensado.- admití entre risas mientras Sebas me abrazaba de la cintura.

- ¡¿Quién más pudo haber sido?! ¡Después de todo tú eres la resentida porque tu novio me besó a mí!

- Fui yo.- dijo Sebas.

- Sebas, no tienes que cubrir a tu novia...

- No la estoy cubriendo, es la verdad, un concepto que por lo visto, desconoces.- declaró él. Tomaré nota de nunca hacerlo enojar.

- ¿Qué está sucediendo aquí?- preguntó una profesora. - Joven Korina ¿quién le ha hecho eso?

- ¡Ella!- me señaló ella llorando. - Desde que apareció lo único que genera es problemas.

- Imposible, la joven Angela recién sale de la sala de computación.- dijo mi papá apareciendo justo a tiempo.

- Fui yo.- declaró Sebas con franquesa.

- ¿Usted?- preguntaron los dos adultos sorprendidos.

- Sí.

- Venga conmigo a la dirección.- dijo la profesora.

- Sebas... ¿esto era parte de tu plan?- le cuestioné sin entender qué pretendía.

-Confía en mí, Angela, todo está saliendo perfectamente.- me dijo posando un beso en mis labios.

4. La Niebla Siempre Con Nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora