4. La Niebla Siempre Con Nosotros.

Fran.

Narra Francisco.

- Fran, necesito tu ayuda.- me dijo Ali tomándome por sorpresa en el Roller.

- ¿Qué puedo hacer por ti, bonita?- le sonreí como galán.

- Necesito que...- decía ella cuando la llegada de alguien le interrumpe.- ¡No manches! ¡Bella!- festejó al ver a su amiga.

- Ni por mí te emocionas tanto.- murmuré cuando ella rió y se dirigió hacia la recién llegada.

- Bella, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que estuviste por aquí con mi hermano fresa.

- No me puedo perder el casamiento de mi hermanito.- señaló Bella.

- Ay, amiga, dime que no volverás a irte tanto tiempo, incluso empecé a extrañar a mi hermano fresa.- admitió Ali cuando se escuchaba a Angela tocar la guitarra.

- Si no soy quién soy, ¿Qué seria? Vivo de este amor, noche y día.- comenzó a cantar Valentín sorprendiendo a Cel quien levantó la vista de su cuaderno de bocetos. - Sé que puedo estar, confundido. Pero sé inventar melodías.- le sonrió. - El aire huele a una canción, estoy aquí con la emoción en mi garganta. Y voy creyendo en mí, sabiendo qué esta flor, hoy crece en mi jardín de sueños de color. - entonó tomando sus manos. - Y voy creyendo en mí, sintiendo qué el amor, es la única verdad que vive en mi interior.- vocalizó poniendose de rodillas ante ella.

- Val, ¿qué...?- interrumpió Cel mientras mi amigo sacaba un anillo del bolsillo.

- Cel, francamente, ya perdí la cuenta de hace cuanto estamos juntos. Pero sí tengo claro una cosa. Eres mi mejor amiga, la persona que mejor me conoce, y con quien más quiero compartir cada momento.- declaró. - Cel, ¿me harías el hombre más feliz del mundo y te casarías conmigo?- le propuso, ¡finalmente!

- No.- respondió ella dejando a Valentín blanco cual papel.

- ¡¿Cómo que no?!- reaccionó Angela aturdida.

- ¿Qué me perdí?- consultó Bella en voz baja.

- Nada que no te comentara por chat, amiga, créeme que estoy igual de sorprendida que tú.- contestó Ali en el mismo tono de voz, mientras Cel se iba siendo seguida por Angela y Valentín se quedaba paralizado.

- Ali, ¿qué me ibas a pedir?

- Pues que me ayudes a escoger una canción para que cantemos en la boda de Sebangela.- admitió ella.

- De acuerdo.- asentí yendo hacia mi amigo pelirrojo. -Ey.- le llamé posando mi palma en su hombro.

- Fran, necesito que seas brutalmente honesto conmigo.

- Dime.- le alenté.

- ¿Hice algo mal?- me cuestionó tímidamente.

- En todos los años que fui tu amigo, nunca te vi así de inseguro.- admití.- Pero en lo que respecta a la presentación, creo que hiciste un gran trabajo y si Cel no lo aprecia, tal vez... no, olvídalo.- dije arrepintiéndome de ser tan impulsivo al hablar.

- Tal vez ¿qué? Recuerda que te pedí que fueses brutalmente honesto.- insistió.

- Pues tal vez si ella no te aprecia, tal vez no te merece. Muchas chicas serían afortunadas de semejante propuesta.- le señalé.

- ¿Eso crees?- preguntó él desanimado.- Yo no soy como tú o Benjamín que pueden conquistar a cualquier chica con tan sólo una sonrisa.

- Bromeas ¿verdad? ¿Acaso olvisadaste cómo era tu vida antes de empezar a salir con Cel? Eramos los reyes del Blake.