Ya hacía tres meses que Hana había dejado atrás su vida en Estados Unidos, mas no sus recuerdos y sus afectos que seguían muy arraigados en su corazón.
Al llegar a Paris su amiga Aimé junto con Marcel su esposo, la habían recibido muy felices y se sentía realmente muy a gusto viviendo con ellos, sin embargo su espíritu libre e independiente le instaba a pensar que dentro de poco tendría que buscar un lugar para vivir, pensando en eso, a las dos semanas ella había empezado a trabajar como mesera en un bar parisino y otro motivo era que ocupar su mente en otra cosa que no fuera Ashraf y su amor frustrado, su engaño, y su crueldad. Enterrar los recuerdos que tanto le hacían daño.
Sin embargo había ya dejado algunos currículos en algunas empresas acordes a su nivel académico y no recibió respuesta
Aunque todo pasa por algo, y pensó que si por algún motivo Ashraf quisiera buscarla, el empezaría a buscarla en el mundo empresarial, así que era mejor mantenerse bajo perfil.
Aimé había protestado cuando ella le informo de su trabajo en el bar pero ella quería seguir siendo independiente así que mantuvo su posición de trabajar.
El lunes era su día libre por lo que salió a conocer un poco de Paris, fue al museo Loubre, las calles Chateu .
Paris la ciudad emblemática del amor y puesta de manifiesto en uno de sus sitios mas visitados por turistas: La Torre Eiffel donde cada pareja no perdía la oportunidad de tomarse Selfies prodigándose su amor con besos, abrazos efusivos, y esas miradas donde se podía traslucir mucho amor el uno por el otro, Hana no pudo evitar que eso la deprimiera literalmente porque a ella le había sido negado el amor, porque para ella era Ashraf y no podría volver a amar como lo amaba a el.
Así que emprendió su regreso a casa y al llegar a casa Aimé estaba en la cocina en los menesteres de la cena
—¿Te ayudo?-le pregunto ofreciéndose de inmediato
—Si pon tú la mesa, que yo preparare la comida- le indico Aimé con su acostumbrada jovialidad.
Pero a Hana se le ocurrió una idea y la dio a conocer emocionada
—Que tal si me dejas a mi preparar la cena, de hecho quiero prepararles una comida especial, comida de Turquía y de postre baklava.
—Excelente me encantara-acordó feliz Aimé imaginándose esas delicias turcas.
—Okey iré a comprar algunos ingredientes al Market- decidió Hana.
Marcel que iba entrando en ese momento en la cocina y tras besar a su esposa propuso:
—Yo te llevare, tengo que comprar chocolatinas para Laurie, porque se las prometí esta mañana y se me olvido.
—Eres un papa consentidor- le dijo Aimé recompensándolo con un beso casto en los labios.
Eran una pareja que se amaban mucho y también tenían una hermosa familia.
—Okey gracias-acepto feliz Hana tomando de nuevo su bolso y poniéndose su hiyad.
Vio de reojo a Aimé y su esposo prodigarse un BESO con letras mayúsculas y sintió una punzada en su vientre al recordar los besos apasionados y adictivos de Ashraf así también experimento una punzaba de dolor en su corazón.
Aimé y Marcel eran un ejemplo a seguir, un matrimonio que habían logrado la felicidad después de transitar caminos de espinos, incluso batallar con el monstruo de los celos porque Marcel era músico y continuamente andaba en giras mientras que Aimé mayormente se quedaba en casa a esperarlo y ser una mama a tiempo completo, quien hubiera imaginado a la chica mas fiestera y sociable de su grupo sintiéndose tan plena siendo esposa y madre, porque lo era, ella era muy feliz.
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HANA, EL REGRESO
RomanceSAGA TURQUIA # 2 Hana ha empezado una nueva vida en Paris Lejos de su familia materna, de su hermana Sura. De la familia Macallister quienes se llegaron a convertir en su familia del corazón. De Vincent, el amor bonito, el amor que...