CAPITULO 34 EL AMOR PESA MAS QUE LAS TRADICIONES

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Ashraf entro en el estudio y de inmediato increpo a su padre

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Ashraf entro en el estudio y de inmediato increpo a su padre.

—No lo permitiré padre, Ayla no va a casarse con Abdul, no a esta edad, y no si no lo ama.

Endorgan no se inmuto por las palabras cuestionadoras y dictatoriales de su hijo, el también era un hombre de carácter y el patriarca de la familia y fiel cumplido de las tradiciones

—No me cuestiones Ashraf, soy el único que tiene autoridad sobre Ayla y ya tome una decisión que no revocare porque ya hemos tenido suficiente escándalos con lo de tu esposa y lo mas reciente lo de Meriyan.

—El honor no puede ser mas importante que el amor, acaso no entendió nada, a una mujer no se le puede forzar.

Ashraf supo que se había extralimitado, con esas palabras había lastimado profundamente a su padre pero debía hacerle entender de algún modo que su decisión era un error y en eso no iba a transigir

Sin mas nada que decir salio de allí furioso sin haber podido resolver este asunto y ahora le esperaba sin duda otra discusión con su esposa.

Endorgan había tomado mas de la cuenta en un vano intento de calmar su conciencia, estaba desencajado y se sentía como una vil piltrafa por lo que le estaba haciendo a su hija y lo que le había hecho en el pasado a Rosse.

Todos los fantasmas volvían para atormentar su existencia.

Pero el peor crimen que podía cometer era entregar a su propia hija como oveja al matadero, truncar sus sueños y apagar su luz.

Su bella Ayla era su razón de ser, su niña, la luz de sus ojos y la alegría de su corazon.

La puerta del estudio se abrió y entonces vio al motivo de su gran amor y su mayor dolor entrar.

Vio sus ojos apagados y sin brillos y eso fue como una daga que se clavara en su pecho y llegara hasta lo más profundo.

—Padre vine a darle las buenas noches

Esa era su Ayla, una niña obediente y que siempre lo respetaría a pesar de su dolor, estaba allí cumpliendo su rol de hija amorosa pero el en cambio no había sabido ser padre.

Ayla fue a el y cuando este le extendió los brazos ella se resguardo bajo su regazo sintiendo la protección de un padre y que Endorgan sabia no merecía.

—Que he hecho bien para merecer una hija tan buena-le susurro besando sus cabellos castaños.

—Usted es bueno padre-dijo sin embargo Ayla para terminar de sorprenderlo y derrumbarlo- solo cometió un error y vive según las normas que le enseñaron, generación tras generación y como esa historia del elefante en cautiverio que cuando le quitaron su atadura se quedo allí, no pudo romper con la manera como había sido criado. Peros si se puede y es tiempo que alguien de el paso.

HANA, EL REGRESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora