CAPITULO 9 QUIEN ERES

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Una semana después Hana fue a su consulta donde le quitaron el vendaje y fue oficialmente dada de alta y recuperada, los moretones en su cara también habían desaparecido para alegría de ella pues su madre y hermana no sabrían lo que le paso.

Regreso a casa con Ashraf manejando y le pidió.

—Podemos detenernos en el supermercado quiero comprar algunos insumos para prepararles la comida a mi madre y hermana.

—Esta bien-acepto de buena gana, le encantaba ver tan feliz a Hana.

Ashraf estaciono en un supermercado de paso y por supuesto no iba a dejarla sola hacer sus compras, el tomo el carrito y juntos fueron por los pasillos como cualquier pareja de esposos normales haciendo sus compras.

Al llegar a caja se dio cuenta que no tenia con que pagar pues todos sus documentos quedaron en Paris, pero Ashraf saco su tarjeta y cancelo todo.

Ese asunto se volvió un tema de discusión tras volver al auto guardar sus bolsa en el maletero y cuando Ashraf arranco ella lo confronto.

—Ashraf necesito mis documentos, mi pasaporte, como me sacaste de Paris sin el

Ante su silencio ella misma encontró la respuesta.

—Poder-bufo sarcástica y cuestionadora.

Ashraf suspiro profundo y tras detener el auto en un semáforo se volvio a ella y le revelo:

—Tus documentos están en casa.

—Los tienes- ahora si creció su enojo- dámelos- exigió sumamente molesta por la forma como el lograba manipular todo a su favor.

Ashraf se creía el titiritero que movía los hilos de sus marionetas como quisiera.

—No me arriesgare a que quieras huir de nuevo-explico el con sencillez pero con aplomo.

Despues de pagar Hana se monto en el auto mientras Ashraf guardaba las bolsas en el maletero y luego tomo lugar junto a ella.

—Debo llamar a mi amiga-inquirio ella pensando que Aimee debía estar preocupada por su desaparicion

—Que le diras-pregunto Ashraf tenso.

—Obviamente no le dire que me secuestraste- dijo en tono sardónico y resentido- porque están pasando por una situación difícil con la enfermedad de su suegra que tiene cáncer y noquiero darle mas preocupaciones

Ashraf le cede el telefono y le dice:

—Llama pero yo me quedare a escuchar

Indignada toma el teléfono, por ahora solo debe obedecer.

Aimee contesta su llamada consternada y preocupada por su desaparición y Hana procede a mentirle:

—Disculpa Aimee que me haya ido sin avisar, pero Ashraf mi esposo fue por mi y decidi darle una oportunidad a nuestro matrimonio.

Aimee que sabia que Hana si amaba a su esposo, por lo que ella le contó se sintió feliz por ella.

Hana prometió seguir en contacto para saber del progreso de salud de su suegra y Aimee le dijo que cuando todo se resolvieran les visitaran en París.

Hana termino la llamada y le entrego el teléfono a Ashraf que tenia una mirada indescifrable es sus ojos azules que se habían vuelto oscuros.

—Complacido- le reviro ella molesta.

Lo estoy y esperando que eso que le dijiste a ti amiga se vuelva una realidad. Lo que mas deseo Hana es que los malos entendidos y los que nos separo se resuelva y podamos ser un matrimonio en todo en sentido de la palabra.

Hana se conmovio por sus palabras porque era su mismo deseo pero no podía ceder, no podía mostrarle sus sentimientos o le daría la oportunidad de seguirla destruyendo.

Aclaro su garganta y puntualizo:

—Y yo solo esperoverme un dia libre de ti y para siempre.

Hana dio por terminada aquella conversación que no la llevaría a ningún lado porque no podía luchar contra el poder de Ashraf.

Ashraf suspiro profundo tratando de calmarse cuando sus palabras de neuvo lo afectaron profundamente y arranco el auto para iniciar un recorrdio silencio, cada uno sumido en sus propios pensamientos.

Al llegar a casa Hana fue directo a la cocina para dejar sus compras y preparar el almuerzo para su madre y hermana y Ashraf iría por ellos al aeropuerto.

La cocinera llamada Sila junto con Sural le ayudaron, ambas mujeres estaban felices de compartir la cocina y ayudar a la esposa del jefe de la casa.

Se esmero en preparar Midye dolma y Corba, que eran los platillo favorito de su hermana, y para su mama quiso hacerle también una comida norteamericana así que se decidió por el pollo con papas fritas de su abuela y de bebida opto por Ayran.

De postre hizo Lokum y Baklava.

A las 11:00 Hana salió al jardín que estaba mucho más resguardado con guardaespaldas, sin duda Ashraf temía que pudiera escapar.

Respiro el aire puro de Turquía y el cielo despejado y una emoción inmensa la invadió porque estaba en su hogar y a pesar de las circunstancias que la trajeron estaba feliz.

A pocos metros Ashraf la veía y esa sonrisa que vio en sus labios le calentó su corazón y anuncio

—Me iré ya al aeropuerto ¿quieres venir? Ya que terminaste la comida en tiempo record, falta una hora para que llegue el vuelo.

—Puedo ir, si claro que quiero ir, me daré un balo rápido

Hana corrió arriba a darse un baño y recibir a su mama y hermana, Tenia el corazón henchido de felicidad y emoción.

Minutos más tarde iba saliendo del baño, con la toalla envolviéndola y el pelo escurriéndole agua cuando tocaron a la puerta y ella le dijo que entrara, pensando que era Samira

Pero no era Samira, era Ashraf quien por un momento se quedo impactado al ver a Hana tan hermosa al natural y con poca ropa. No pudo evitar sentirse excitado. Deseaba a esta mujer con jamás deseo a ninguna y en esto consistía su verdadera tortura en tenerla tan cerca y no poder poseerla en cuerpo y alma.

Hana reacciono con brusquedad producto de los nervios y de esa mirada que sintió la penetro hasta lo profundo de su alma, ante el se sentía totalmente desnuda en cuerpo y alma.

—¿Que quieres?-cuestiono intimidada por su presencia, su mirada, su cercanía, su propia desnudez y la profundidad de su mirada azul. El tenía ese poder de hipnotizarla y desestabilizarla en cuestión de segundos.

—Pensé que ya estabas lista-se excuso lo cual era una soberana mentira, a propósito calculo el tiempo para encontrarla precisamente en estas condiciones, aunque esos significaba jugar con fuego y su libido era el que mas lo resentía, vaya que le gustaba sufrir

Trago en seco y tratando de no mostrarse afectado ante la semi desnudez de su mujer mirando su reloj informo:

—Ahora si tenemos el tiempo justo para llegar

Al oír eso se olvido de todo lo demás y su rostro esbozo una amplia sonrisa y le pidió.

—Dame 5 minutos, me vestiré rápido y ya bajare

—Si quieres te ayudo a vestir, digo así estarás lista mas rápido- bromeo el y ella le lanzo una mirada matadora.

¡Quien eres? - se pregunto cuando este hombre lograba desestabilizarla de mil maneras posibles


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HANA, EL REGRESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora