CAPITULO 41 PERDONAME

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Todo volvió a la normalidad, y Hana decidió aceptar la oferta que Ashraf le había hecho sobre la pastelería, así que ese día fue con el a ver el local y cerraron el trato.

En los días siguientes Hana estuvo muy ocupada, rediseñando el lugar, contratando el personal, y habilitando los recursos materiales para poner a funcionar su pastelería.

En cinco semanas estaba inaugurando la pastelería y no podía sentirse más feliz con Ashraf siempre a ella apoyándola en todo.

Al cabo de tres meses de inaugurada la pastelería estaba teniendo mucha aceptación, y donde Hana tenia mucho méritos, no solo administraba su pequeña empresa sino también horneaba, atendía y buscaba potenciales clientes para expandir sus dulces y alimentos envasados, con recetas que ella había creado para colocarlos en los mercados y supermercados mas grandes bajo la marca CAPISKO. Para ello Ashraf la había apoyado brindándole un asesoramiento con un experto en marketing, habían patentado los productos y lo que si se negó a aceptar Hana es que la recomendara, ella quería hacer eso por cuenta propia. Lograr el éxito basado es su talento y esfuerzo.

Por lo general Assam la buscaba al cerrar el negocio

Pero esa noche Ashraf la fue a buscar, encontrándola toda llena de harina, con el gorro cubriéndole su cabellera, y un delantal puesto.

Ashraf estaba maravillado con esta mujer tan emprendedora, trabajadora incansable y una amante que lo mantenía muy feliz cada noche.

El se acerco y la beso ante la mirada complaciente de sus empleadas Maruim y Jasnary, que suspiraron.

—No me beses, voy a manchar tu costoso traje- senalo ella

—No me importa, te necesito mujer- demando el pegándola mas a su cuerpo

—Aun falta una hora para cerrar- le recordó ella divertida.

—Encarga a alguien, pero te iras conmigo, últimamente me has tenido un poco abandonado.

No era del todo cierto, pues ninguna noche habían dejado de hacer el amor, cada uno se había vuelto adicto al otro, sin embargo tuvo que reconocer que no estaba cumpliendo del todo con su rol de esposa, ya no era ella quien le preparaba la cena, y a veces era ella quien muchas veces llegaba a deshoras a su casa y ya Ashraf estaba allí esperándola impaciente.

Sin embargo no le había reclamado nada, pues el sabia lo importante que esto era para ella, además le encantaba verla feliz y radiante.

Se saltaron por supuesto la cena, porque Ashraf enseguida la llevo a su habitación y se dejaron llevar por una pasión desenfrenada.

Era tan maravilloso cada noche experimentar la plenitud de una entrega completa, sin reservas, donde sus cuerpos recibían tanto placer que les parecía imposible que hubieran esperado tanto tiempo, quizás por eso, no daban tregua, querían recuperar todo el tiempo perdido y ahora finalmente sus almas estaban entrelazadas y nada, ni nadie podría separarlos.

Lo que no se esperaba es que el tocara el tema del cual tanto temía hablar

—Ya tenemos meses teniendo relaciones y aun no has podido quedar embarazada, pensaba que quizás ya era tiempo de ir al medico

Ella se tenso y sintió literalmente que el aire le faltaba. El al notar su palidez, le aclaro.

—No quiero presionar, es solo que deseo mucho tener un hijo contigo.

—Esta bien iremos en el transcurso de la semana, cuando este un poco menos ocupada- salió de la cama para huir al baño, donde se sentó en la bañera y por un momento dejo fluir sus emociones a través de un llanto silencioso.

Al salir lo vio sentado en la cama y con cara de enojado. Entonces vio que tenía entre sus manos la caja de los anticonceptivos y su mundo de paz se derrumbo.

—Desde cuando estas tomando anticonceptivos- demando muy enojado por su mentira

Ella guardo silencio y el la increpo

—Responde

—Antes de hacer el amor por primera vez- confeso con la mirada baja.

—Porque, no quieres hijos, o no quieres hijos conmigo-apremio- no es el momento o nunca lo sera para ti, habla por Allah expresa lo que sientes.

El la miro aun con más frialdad y cuestiono.

— Mi pregunta es porque no quieres tener hijos conmigo

Ella respiro profundo y respondió con la verdad

—La primera vez que no pude hacer el amor fue porque tenia un miedo atroz de quedar embarazada, no quería ser como las demás mujeres de nuestra cultura, que tenían los hijos que Allah le enviare, mi prima solo tiene 27 años y tiene 5 niños, así que la terapista me propuso tomar anticonceptivos mientras me quitaba de la cabeza todas estas dudas

—Lo ocultaste porque pensaste que yo no lo entendería esto que me dices o que te obligaría como dices a tener todos los hijos que Allah envié cuando ya lo habíamos aclarado ¡no me crees, sigues sin confiar en mi. –le pregunto ya mas dolido que enojado.

Ella se echo en sus brazos y llorando le pidió:

—Perdóname Ashraf, no se ni porque lo hice, confió en ti, y sabes si quiero tener un hijo contigo

Acababa de darse cuenta que si quería un hijo de el, un hijo parecido a el, con sus ojos, su hermoso rostro, su sonrisa y su generoso corazon.

Sus dudas se fueron y estaba decidida que tendría un hijo, solo le haría saber a Ashraf que esperaría un tiempo que su pastelería se afianzara y así poder dedicarle el tiempo requerido a su bebe.

Sin embargo Ashraf seguía muy afectado por su engaño, su falta de confianza al no comunicarle sus dudas y se limito a aceptar.

—Esta bien, será como tú quieras.

Fue a la cama, se acostó y decidió dormir de espalda a ella.

Ella lo imito y aunque quería arreglar todo entre ellos, decidió que lo mejor seria darle su espacio y esperar hasta mañana a que se le pasara un poco el enojo, que era lógico, porque ella le había mentido y ahora debería pagar las consecuencias.



HANA, EL REGRESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora