CAPITULO 67 VIAJE, REENCUENTRO Y AYSEL

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Una semana después de aquella discusión y en la que Hana no había vuelto a hablar con Ashraf ni para bien ni para mal,

Lo que ella desconocía es que el aprovechaba los momentos que el dejaba el bebe al cuidado de Sural cuando debía salir por algún motivo, para meterse al cuarto del bebe que le había robado su corazón.

Esa tarde iba a viajar, motivo por el cual con mas razón fue al cuarto del bebe para despedirse de el aprovechando que Hana estaba en el jardín y cuando Sural lo vio entrar enseguida salió para darles privacidad a padre e hijo.

Talvez el no era su padre biológico pero lo amaba como si lo fuera.

El niño que estaba despierto al verlo enseguida le brindo una gran sonrisa y comenzó a llorar con la finalidad que el lo cargara como otras veces, ese niño era todo un manipulador y el se rendía por completo a el, tomo a Iskander entre sus brazos, el niño que le tocaba hasta la ultima fibra de su ser.

Cuando entraba a la casa Hana vio que Assam metía unas maletas en la maleta del auto y el le informo que Ashraf se iba de viaje.

De modo que se iba y no le había dicho nada.

Molesta fue a su habitación, si el no se quería ni despedir de ella, ella tampoco lo haría, y ahora estaba mas decidida que nunca que cuando regresara iniciaría los tramites del divorcio, ya ni le importaba esperar las pruebas que trajera Murat, solo quería poder irse y hacer su vida sola con su hijo.

Pero a quien engañaba se dijo, no se había ido y ya lo extrañaba.

Que hacer cuando la cabeza te dicta hacer algo pero el corazón se interpone.

Cuando llego a su habitación vio con extrañeza que el iba saliendo de la suya

—Vine a avisarte que me voy de viaje por unos días- le informo y fue la excusa perfecta para que ella no descubriera que había estado con el bebe.

—Esta bien, pero te adelanto que a tu regreso quiero que iniciemos los tramites del divorcio. No quiero seguir casada contigo ni un día más.

—Eso quieres, entonces así será.- concedió

—Perfecto.- convino con su mirada altiva y orgullosa.

—No nada esta bien ni es perfecto-refuto el categórico y dolido- sabes que te amo y que tu me amas, pero es el tiempo que yo entienda que no puedo forzar las cosas, si es nuestro destino estar juntos, así será y si tu has decidido que no, debo respetar tu decisión aunque me duela.

Cuando el se fue, ella entro a su cuarto y tuvo deseos de llorar, pero al ver a su bebe hermoso sonreír sintió paz y consuelo. Era la mejor decisión por el, por ella, este ambiente no era el idóneo para criar a su bebe. Claro jamás le impediría a su padre verlo, porque Ashraf era su padre legal, si el así lo quería.

Ahora entendía ya con su mente mas fría que el tuvo que tomar una decisión muy difícil, que no podía culparlo por eso. Sin embargo mientras la duda estuviera sembrada en su corazón su relación jamás podría volver a ser lo que fue antes.


Ashraf viajo a la ciudad de Ankara y una vez allí se instalo en un hotel.

Al día siguiente tendría varias reuniones de trabajo que ocuparían su tiempo y mente y lo harían desligarse por un momento de la impotencia que experimentaba al ver su relación destruida.

Era inminente su separación y eso lo estaba matando.

Esa noche decidió bajar al bar y tomar unas copas que le quitaron la ansiedad y frustración.

Tenía rato allí cuando escucho una dulce voz tan conocida que le saco de su mundo de dolor.

Se volvió a ver a la dueña de esa voz encontrándose con un par de ojos grises que lo miraban con emoción y alegría.

No había cambiado para nada en estos 6 años que habían dejado de verse, de estatura normal, delgada, con sus curvas , enfundada en un vestido azul de corte princesa, cabello castaño oscuro largo, labios rojos que siempre fueron su tentación, ella era esa princesa de cuento de hadas, dulce generosa, valiente, esta era Aysel, quien fue el amor de su vida.

—Ashraf me alegra tanto volver a verte- sin pensarlo lo abrazo y el el la trato con el distanciamiento prudenciaL recordando lo que ella hizo para intentar separarlo de Hana.

—Que tal si pides una copa y brindamos por los viejos tiempos-sugirió ella.

Ashraf accedió y pidió Ayran para ella que era su bebida refrescante preferida y Raki para el y sellaron ese encuentro con un choque de copas en señal de brindis.

—Ashraf no estés tan serio conmigo por favor.

—Sabes lo que hiciste al inventarme separar de Hana, que quieres que te lo aplauda- le reprocho.

—Claro que no pero sabes que lo hice porque aun sigo muy enamorada de ti

—Aysel detente, lo nuestro jamas podra volver a ser, estoy casado- puntualizo mirando en su mano ese anillo que representaba su pacto de amor pero tambien mayor dolor debido a toda la situación que estaba atravesando y se escapaba de sus manos.

—Yo no- puntualizo ella mirándolo con adoración- Nunca lo ame, al menos no como te ame a ti.

—No te noto muy feliz-señalo ella tomando su mano- que pasa Ashraf, talvez no podamos volver a ser pareja, pero nos une un cariño especial desde hace años, puedes sincerarte conmigo, como una amiga, eso puedo ser para ti.

Ashraf recuerda la frialdad con que Hana lo ha tratado justificado claro esta, pero igual duele, y esa sentencia de divorcio que a su regreso ella interpondra y se clava como un puñal llenándolo de sentimientos de impotencia, rabia, dolor.

- Esta bien- acordó el, dejadose llevar por la sonrisa de Aysel siempre había sido su debilidad, ella era una mujer alegre por naturaleza, y esta noche necesitaba a alguien que le alegrara aunque sea por unas horas su corazón.

Durante la cena tuvieron un conversación mas sobre el pasado juntos trayendo esos bellos recuerdos a su memoria y el esquivar ese tema sobre su matrimonio con Hana que lo tenia tan afectado y cuando lo hizo por exigencia de Aysel fue omitiendo claro esta detalles de su relación actual pero recalcando que el amaba a Hana con todo su corazón, no quería que Aysel se creara falsas expectativas con su encuentro.

El resto de la noche el se permitió disfrutar de la compañía de una amiga, porque así la consideraba ahora, que el pasado había quedado atrás.

Aysel lo conocía tanto, y con ella sintió podía abrirse.

Cuando Ashraf llego a su habitación pensó en lo contradictorio y cambiante que a veces era la vida, hace muchos años atrás pensaba que Aysel era el amor de su vida, sufrió mucho por su separación y ahora el sufría por Hana, ahora ella era el amor de su vida, la única mujer que quería y necesitaba en su vida.

Pero para ella no era igual, ella había decidió ponerle fin a su matrimonio y eso lo atormentaba día y noche al punto de no desear volver a Estambul y encontrarse con el papel de divorcio que debería firmar.

También pensaba en Iskander, ese pequeño que con solo semanas de nacido se había ganado su corazón por completo.

Lo destruía pensar en al idea que el también se iría de su lado, y le mortificaba que Vincent descubriera que era su hijo, así el seria el que tuviera todos los derechos sobre el.

Pensar en que Hana y Vincent pudiera reencontrarse e intentar tener de nuevo una relación lo llenaba de celos y de dolor.

Cuando todo su mundo feliz fue destruido en un abrir y cerrar de ojos, era como si un huracán hubiera pasado y dejado solo a su paso caos, desolación y muerte.

Porque perderles a ellos para el seria la muerte. Tal vez no moriría físicamente pero en su corazón lo estaría y de ahora en adelante solo seria un fantasma que deambulaba por la vida sin luz y sin esperanza.

HANA, EL REGRESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora