CAPITULO 60 DOS VIBORAS DESCUBIERTAS

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Cuando se fue Elif, Hana lucho contra sus deseos de llamar o de mantenerse al margen.

Ya ella y Ashraf no eran pareja, solo un papel los mantenía unidos, pero mas nada, y tan pronto naciera su hijo ella se iría, así que el podía acostarse con quien quisiera.

Acaso alguna vez la había dejado, ahora lo dudaba.

Fueron amantes en el pasado y ahora lo seguían siendo.

Sin embargo no pudo vencer la curiosidad, los celos, la necesidad de saber si Ashraf había decido pagarle con la misma moneda.

Marco el número de la recepción y le contesto la secretaria parlanchina y confirmo que efectivamente Ashraf había salido con Keyla.

Desde luego no iba a llamar a Ashraf y ponerse en evidencia, así que llamo al Edificio Regency y pidió la extensión del departamento 405.

Con el corazón en un hilo, espero mientras el teléfono repicaba y finalmente una voz femenina respondió. Era Keyla.

- Alo, ¿quien habla?

Hana enmudeció

- Quiero hablar con Ashraf- demando

Keyla guardo silencio por un rato y luego dijo

- Hana Caliskan eres tú - su voz tenia un tilde de burla y de triunfo. - asi que quieres hablar con tu esposo, el esta dándose un baño quizás mas tarde te devuelva la llamada - y le corto el teléfono.

Burack se acerco a su novia Keyla y atrapándola en sus brazos, le dijo

- Mi amor, Ashraf, Kerem y su novia nos espera para cenar.

- Si vamos-accedió de buena gana sabiendo que había dado un estocada a Hana.

Ashraf esperaba en el restaurante y había aceptado la invitación de Keyla cuando ella fue a su empresa, y le dijo que no quería perder su amistad, que ya era novia de Burack y quería invitarlo a una cena pues para ella era muy importante que el aprobara su relación.

Como Ashraf también era amigo de Burack, decidió aceptar, además no tenia ganas de regresar a su casa. No soportaba entrar y sentir ese silencio, la tristeza de la renuncia voluntaria, el sabor dulce amargo de un amor que había sido sobrepasado por el dolor.


Esa noche Hana lloro mucho, su corazón estaba hecho pedazos, dolía mucho saber que Ashraf no le fue difícil volver a los brazos de otra mujer.

Era de madrugada cuando pudo quedarse dormida y tuvo un sueño

Estaba en medio de la nada, parecía ser una especie de desierto, soledad y arena, y vio que del lado derecho caminaba hasta ella una víbora, con sus tentáculos afuera esperando morderla, entonces se percato que otra víbora venia del lado izquierdo. Miro al frente aprensiva, asustada y vio a Ashraf, y entonces las víboras iban hacia el presurosas y se le enrollaban en una pierna cada una mientras que el extendía la mano hacia ella para que la tomara y lo salvara de esas víboras

Pero antes que ella lo pudiera hacer, despertó sofocada.

Tan pronto estuvo lo suficientemente despierta analizo su sueño y una frase se instauro en su cabeza

- "Dos víboras" que quieren hacerte daño, dos víboras que están cerca.

No supo de donde vino ese pensamiento, de Allah, de su subconsciente, o aun estaba dormida?

Pero una advertencia había sido dada y tenia que hacer caso a ese Don Divino del cual había sido privilegiada.

Cuando despertó en la mañana el primer nombre de una víbora pronuncio

- Keyla

Salio de la cama, convencida que ese era el camino que debía seguir para descubrir la verdad.

Encontró a Ashraf en el comedor ya desayunando y aunque su primer intención fue devolverse decidió afrontarlo y tratar de descubrir la verdad.

- Buenos días- saludo indiferente.

- Buenos días - respondió Ashraf dolido por la indiferencia de su esposa

Hana se sirvió café y tomo dos panecillos y mermelada untándolo y se lo llevo a la boca. Últimamente por su embarazo le daba mucha hambre y Ashraf la veía complacido comer, por nada del mundo quería que volviera a deprimirse y dejara de comer como la vez pasada.

- Puedo sabe a donde fuiste anoche- pregunto con descuido

El la miro confundido, no sabia el porque de esa pregunta, sin embargo respondió con la absoluta verdad.

- Ayer fui invitado a cenar por Keyla y Burack, su novio, por cierto también estaba Jenifer y me dijo que era la prima de Vincent y me contó que te conoció en Mersin.

Ella se tenso, pensando que el traía una nueva acusación en su contra, pero no fue así, el siguió comiendo y ella entonces supo que el decía la verdad y que tanto Keyla como Elif le habían mentido.

Elif la otra víbora, le fue rebelado y entonces pudo respirar tranquila, ya sabia quienes eran sus enemigas y así podría enfrentarlas.

HANA, EL REGRESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora