HANA, EL REGRESO

CAPITULO 66 EL BESO DE JUDAS

Esa noche Ashraf volvió al hospital y los días siguientes lo hizo para observar al guerrero de Iskander luchando por su vida. Cada noche pedía por el y cada día sentía que lo amaba mas, había un lazo invisible que lo unía a el.

Por fin llego el gran día que su bebe iba a ser dado de alta y Hana despertó muy feliz, estaba terminándose de arreglar cuando Ashraf apareció por su cuarto ya vestido para llevarla. Pero Hana categórica se negó

- Mi padre me llevara.

No quería discutir con ella ni imponerle nada, era su momento feliz asi que concedió:

- Esta bien, pero si necesitan algo, por favor llamarme.

Ella no respondió y el salió de la habitación sintiéndose el peor de los hombres. Aun la culpa lo agobiaba. Sabia que si Hana lo sabia jamás se lo perdonaría como lo advirtió, pero aun no sabiéndolo ya el se sentía destruido por esa decisión que tuvo que tomar.

Mientras esperaba que le entregaran a su bebe en la sala de espera y su papa había ido al cafetín, la enfermera que la atendió los días que estuvo allí se acerco para decirle:

- Sra. Me alegro mucho que hoy vaya a llevarse a su bebe, fue un verdadero milagro

- Claro que si, no hubo un solo día que no le pidiera a Allah por el.

- Y lo hizo, porque ya su esposo había tomado la decisión de salvarla a usted en vez de el.

Hana la miro desconcertada, de que hablaba esta mujer, pero antes que ella preguntara ella continuo hablando.

- Aunque claro no se le puede culpar, era una decisión muy difícil, y hasta los médicos siempre deben abogar por salvar la vida de la madre antes que todo.

La enfermera se fue, ya su misión había sido cumplida.

A unos metros agarro su teléfono y llamo a Elif, pues esa mujer le había ofrecido una fuerte suma de dinero si revelaba aquello a Hana Caliskan, no sabia los motivos que tenia, pero tampoco le importaban, estaba pasando por una mala situación económica y este dinero le serviría mucho.

La alegría de ver a su hijo cuando se lo entregaron borro por un momento la terrible decepción y odio que estaba sintiendo.

Al ver esos hermosos ojos azules que la miraban con ternura, tan iguales a los de Ashraf su corazón se lleno de sentimientos contradictorios, tenia la certeza absoluta que Iskander era hijo de Ashraf y su propio padre había elegido matarlo. Eso jamás se lo perdonaría.

Cuando llego a la casa esta estaba llena de personas que habían venido a ver a Iskander. Su hermana Zahida, Zully, sus padres y Shaina claro esta, y también el tío Mirall con la odiosa de Elif.

Ashraf no estaba y respiro aliviada, aun no era el momento de enfrentarlo, cuando debía disfrutar de su bebe.

Todos concordaron que era el bebe mas bello que habían visto.

Elif se acerco a ella y le dio un beso que le supo a hipocresía. "El beso de Judas".

Hasta cuando podía llegar la maldad de alguien solo por obtener el amor de un hombre, ella jamás lo entendería, el amor debía ser algo, limpio, transparente.

- Muy bello, es todo un Ashraf en miniatura- dijo la muy hipócrita pero ella sabia que lo decía con doble sentido.

Elif quiso acariciar a su bebe y ella se lo quito de inmediato y como si su bebe también incomodo con la cercanía de aquella víbora empezó a llorar.

- Disculpa Elif mi bebe creo que es alérgico a las víboras- le soltó con desprecio y la cara de Elif fue de poema.

Zully se acerco y le pregunto.