CAPITULO 43 NECESITO QUE ESTES BIEN

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Su vida no podía ir mejor, pensó Hana, su vida sexual era todo lo que siempre había creído que seria y mucho mas, su negocio estaba creciendo cada día, mantenía una constante comunicación con familiares y amigos, solo empañando su felicidad pensar que Vincent tal ves aun estuviera sufriendo por ella, por eso le pedía a Allah que pusiera en su camino una buena mujer de la cual se enamorara y fuera feliz.

Hana ahora tenía todo lo que siempre deseo y por lo que lucho: Libertad, proyectos personales, a su familia, su amada Turquía y el amor.

Y cuando después de terminar de hornear unas ricas galletas de jengibre y sintió un mareo inusual, supo que aquello que faltaba para completar su felicidad había llegado. Tenia un retraso pero por compromisos con pedidos que debía entregar a los supermercados, no le había prestado mucha atención, pero este mareo, las nauseas mañaneras y su retraso menstrual solo podía significar algo ¡Estaba embarazada!.

Así que se quito el delantal, se arreglo un poco, y le aviso a las chicas que cerraran ellas que ella tenia que irse y tomo un taxi para ir de una vez al laboratorio y salir de sus dudas.

Estaba feliz, no había otra cosa que deseara que tener un hijo de Ashraf.

Le tomaron la muestra de sangre y tenia que esperar media hora y para ella fue el tiempo mas largo que tuvo que esperar por la ansiedad.

Su teléfono sonó y era Ashraf.

—Donde estas Hana, Assam me dijo que fue a buscarte y no estabas ya en la pastelería, en la casa tampoco estas, en donde estas- le exigió en ese tono imperante y posesivo, en eso si no había cambiado, seguía siendo todo un controlador, dulce pero controlador.

En ese momento vio que venia la enfermera con su resultado así que le dijo rápido a Ashraf sabiendo que le daría un soponcio.

—Mi amor en un rato te llamo

Y le colgó ahora si se iba a poner furioso.

La enfermera le entrego el resultado y ella lo abrió con ansiedad, resaltando al palabra Positivo

Decía Positivo, su corazón se lleno de felicidad y el teléfono empezó a sonar hasta rabiar, pero era tanta su emoción que solo podía pensar en que su hijo tendría el mismo color de pelo y ojos que Ashraf, que se llamaría Iskander si era varón pero si era hembra debía ir pensando en un nombre, también pensar en la ropa que le iba a comprar, el cuarto también debía arreglarlo y lo ultimo que se acordó es que debía informarle a Ashraf que iba a ser padre.

Acepto la llamada y solo podía escuchar los gritos de Ashraf así que tuvo que alejar un poco el teléfono de su oído.

—Hana no juegues conmigo, dime donde estas y con quien, ya voy para allá

—Espera, ni siquiera sabes donde estoy-lo atajo entre divertida y azorada.

—Mald... donde estas-exigió en tono imperativo

—En el hospital

—Que haces allí- su tono de voz cambio enseguida a una de preocupación-estas enferma, tuviste un accidente, que te pasó Hana.

Hana decidió no hacerlo esperar mas porque Ashraf estaba a punto de un colapso

—Estoy embarazada Ashraf, tu y yo vamos a tener un bebe.

Silencio total, Hana imaginaba que estaba en shock, tratando de digerir la noticia. Finalmente hablo

—Espérame allí, que ya voy para allá.- y le colgó

Hana no le quedo mas remedio que ir en la sala de espera, para esperar a Ashraf, quien por cierto debió viajar en un jet particular porque llego a la velocidad de la luz y su expresión era de total fascinación y felicidad.

HANA, EL REGRESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora