HANA, EL REGRESO

CAPITULO 40 ERES EL AMOR DE MI VIDA

Ya eran más de las 7:00 p.m. Ashraf aún seguía allí, le dolía la cabeza y por eso mantenía sus sien apretada con sus manos.

No quería volver a su casa, porque le esperaba otra discusión con Hana y no quería estar enojado con ella.

En ese momento entro Keyla y le pregunto>

—Me enviaste a llamar Ashraf
— Si- concedió

Ella se sentó delante de él y estaba muy sonriente, pensando quizás que Ashraf iba a pedirle que reanudaran su romance. Ya se imaginaba el lió que le habría armado su esposa.

Elif la prima de él, con la que había entablado una amistad desde hace semanas atrás, le dijo que Ashraf solo estaba con su esposa por compromiso, para lavar su honor pero que si insistía el volvería a ella. Solo debía jugar muy bien sus cartas y ese hombre de nuevo seria suyo.

Ashraf, no le gusto lo que iba a decir pero por el bienestar de su matrimonio tomo una decisión.

—Keyla a partir de mañana ya no trabajaras aquí, sin embargo hable con un amigo mío y el te empleara en su empresa- tomo un papel y se lo extendió- esta es la dirección, empiezas mañana.

Después de la sorpresa, el enojo se apodero de Keyla pero lo disimulo y con estoicismo pregunto.

—Puedo saber el motivo
—Mi esposa supo que en el pasado tu y yo fuimos amantes, ese es el único motivo-informo con sinceridad.

Aunque le carcomía la rabia Keyla opto por una actitud más inteligente. De nada le servía quedar de enemiga con Ashraf, más adelante podía seguir intentando reconquistarlo, por lo que accedió:

—Está bien, si es para tu tranquilidad y por el bienestar de tu matrimonio, lo acepto, iré a limpiar mi escritorio de inmediato
—Keyla agradezco lo hayas entendido.

Ella solo asintió con su cabeza y salió de allí haciendo creer que no había sido afectada por la decisión de Ashraf, lo cierto es que odiaba a Hana Caliskan, por separarla del amor de su vida, y hallaría la forma de vengarse de ella.


Ashraf llego a la casa y vio que el cuarto estaba a oscuras y Hana estaba hecha un ovillo en la cama, supo que había estado llorando y dolido por haberla hecho sufrir involuntariamente, se metió en la cama y la abrazo mientras ella estaba de espaldas.

Sintió como el cuerpo de ella se tensaba y como intento apartarse pero el la apretó más haciendo uso de su fuerza y le dijo al oído.

—Ya Keyla no trabajara más para mí.

Ella se volvió y su rostro estaba iluminado

—La despediste.
—Hable con un amigo también empresario y mañana empezara trabajar para el.

Al principio no le gusto oír que igual no hizo todo lo que le dijo, la protegió, velo porque no quedara desprotegida, sin trabajo, pero ella logro entender finalmente que Ashraf tenía un gran corazón y eso es lo que la había enamorado precisamente a ella. Así que lo premio con un beso intenso, apasionado y muy sugerente.

Más tarde después de hacer el amor, ella le pregunto:

—Y quien será ahora tu secretaria, según me entere, ella era la súper mujer, la súper asistente, la mata de la eficiencia, se hacía cargo de tu agenda, compromisos, de llevarte la documentación, de las reuniones, de tener siempre el café caliente y enviarte la ropa a la tintorería, en fin de todo

Él sonrió divertido, estaba conociendo más a Hana Caliskan, una mujer extremadamente celosa pero eso le gusto, saber que ella cuidaba de lo suyo, y él era completamente suyo.

—¿Y todos eso lo investigaste?- pregunto interesado
—Debía conocer a mi rival- apunto ella sin una pizca de remordimiento.

Ashraf ahueca su rostro y mirándola con profundo amor reitera:

— Nunca tendrás rival, nadie jamás podrá igualarte, mucho menos superarte sabes que eres la mujer de mi vida.

Ella se derritió en sus brazos y después de varios besos húmedos, le pregunto:

—Y bien quien te atenderá ahora- retomo esta pregunta preocupada pues en plena expansión, él iba a tener muy trabajo y por su culpa se había quedado solo.

—La Sra. Milo, - indico apenado - tiene 60 años, es muy dulce, casada por más de 40 años, y 3 nietos, en realidad ya debería estar jubilada pero no quiere irse por más que le he ofrecido una generosa pensión, ella llevara mis archivos, oficios y recibirá los clientes mientras que Josias, un pasante de administración será ahora mi asistente personal, estas conforme.

Ella no pudo evitar reír a carcajadas, vaya que Ashraf había exagerado, tampoco es que ninguna mujer de aspecto agradable iba a poder estar cerca, él se iba a los extremos, pero eso le gusto, eso le indico que en verdad él estaba interesado en que su matrimonio funcionara.

—Te estas burlando de mi- le reprocho el ahora encima de ella y a poco centímetros de robarle un beso, ese era el castigo que le infringiría por su burla, castigo divino y anhelado.

—Estoy feliz- acoto ella, siendo ella quien le robo el beso
—Y así me gusta verte siempre, muy feliz.-acordó el ahuecando su rostro y mirándola con tanto amor que ella se sintió en el paraíso y ya no daría lugar a mas dudas que opacaran su felicidad.
—Mereces ser recompensado....- indico ella sugestiva, pasando sus manos por la cabellera de él y acercarlo y que el continuara la exploración de su cuerpo quien estaba en completa rendición.
—Me gusta esta recompensa- murmuro el ya con la voz enronquecida por el deseo y sin mucho preámbulo volvió a hacerla suya.