HANA, EL REGRESO

CAPITULO 69 JAMAS ME DEJES

Ashraf regreso el martes a su casa y solo silencio y soledad encontró.

Un mal presentimiento lo invadió y decidió subir a toda prisa a la habitación de Hana.

Al abrir la encontró en la cama con su bebe en brazos cantándole una canción de cuna.

Ashraf pudo respirar aliviado, pensó por un momento que Hana lo había dejado.

Hana lo miro de una manera que le congelo el alma. En los ojos de su esposa había algo muy parecido al odio.

Hana se levanto para colocar al bebe en la cuna y el quiso poder tomarlo en sus brazos y besarlo pero se abstuvo.

—Que quieres Ashraf- le pregunto fríamente

—Pense que se habían ido, que me habían dejado- reconoció dolido

—Pronto lo haremos créeme- índico ella con desprecio. En ese momento lo estaba odiando tanto por haberle engañado, y mas allá el temor de pensar que ahora que se había reencontrado con Aysel se dieron cuenta que la seguía amando.

—No, no te llevaras a mi hijo- negó el categórico

—¿Ahora es tu hijo? En verdad lo crees- su tono era de burla pero también de acusación.

—Como sea, lo amo como si lo fuera- puntualizo sintiendo hervir su sangre de impotencia y rabia ante la actitud de su esposa.

—Es tu hijo, en tu corazón lo sabes- le reitero.

—Nunca te atrevas a dejarme- le soltó enfurecido

—Porque, para que, para seguir destruyéndonos, nos hacemos daños uno al otro, esto no es sano ni normal.

Ashraf dio unos pasos hacia ella y ella retrocedió instintivamente.

—Lo único que se es que no quiero perderte, no lo soportare, ya una vez te perdí y casi me vuelco loco.

Hana percibió su dolor, ¿realmente el la amaba, realmente no quería perderla a ella y a su hijo?quería creerlo pero no bastaba desearlo, ya se habían hecho mucho daño por la desconfianza de el, además que se acostara con Aysel era la gota que había derramado el vaso.

—Estarás bien- apunto en un tono aparentemente tranquilo y sin afectación.

Ahora el la tomo en sus brazos y le indico.

—Nunca he estado bien desde que te fuiste la primera vez, ni ahora cuando volviste a hacerlo, nunca volví a tener paz, mi vida ha sido un infierno y eso es porque te amo demasiado.

Ella se soltó de su agarre y contradijo

—Tu no me amas , jamás me has amado, esperes que yo te crea lo que me dices, solo usas las palabras a tu conveniencia, eres un maldito psicopata que me ha destruido la vida, traerme aquí fue tu estocada final, quiero y necesito paz, no lo entiendes.

Ashraf comenzó a desesperarse ante la imposibilidad de hacer que Hana lo perdonara y desistiera de esa idea de dejarlo. Se detuvo en la cuna y al ver a su hijo, porque asi lo sentía en su corazón reitero:

—No dejare que te vayas

—Lo haré, no podemos seguir así destruyéndonos, tu jamás me perdonaras, jamás olvidaras, y ahora yo tampoco puedo hacerlo, no puedo estar mas con un hombre que desprecia a mi hijo

—Yo no lo desprecio - le grito desde lo más profundo de su alma.

Hana fue hasta la puerta la cual abrió para exigirle que saliera pero antes le dijo: