CAPITULO 17 DEJANDO ATRÁS LAS DUDAS

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Hana se cuestiono porque a estas alturas debería ser capaz de dejar atrás todos sus temores y dudas por amor a el, entendiendo que si quería una vida con el debía dejara de poner como excusa que se había acostado con aquella mujer un día antes de volver a Turquía, dolió en su momento pero debía dejarlo atrás y que Aysel había sido el amor de su vida porque elle había demostrado que la amaba y ella lo amaba así que sin excusas Hana, es momento de cumplir con tus votos matrimoniales.

Pero otra duda era que a diferencia de el, ella no tenia experiencia y el si mucha y temía en cierta manera decepcionarlo.

Pensó en las chicas de Estados Unidos que practicaban las relaciones prematrimoniales para así según ellas ir seguras, además opinaban que al tener relaciones se adquirirá experiencias así no habrían sorpresas ni decepciones en su noche de bodas, porque para los hombres el sexo era algo muy importante mientras que para la mujer era mas un acto romántico.

De hecho en ese sentido ella seguía siendo muy inocente, estaba el hecho de ser virgen y el hecho que su crianza había sido muy pudorosa, su mama quien si era mas abierta en ese tema quiso días antes de su boda hablarle de lo que pasaría la noche de boda pero ella estaba tan avergonzada, humillada que le prohibió lo hiciera.

Sin embargo ahora lo sabia, por sus amigas, por libros, películas que vio pero en si y lo mas importante es que no lo había hecho siendo su experiencia en materias de hombres muy limitada, Vincent que solo compartieron besos que no despertaron su libido y Ashraf que causo una revolución en su mente, cuerpo, corazón pero precisamente le cohibía pensar en el y su experiencia

Pero si se quiere esto no era un abismo insalvable como lo representaba su compromiso con Meiryan y en algo que no tranzaría es que solo haría el amor con el cuando ese compromiso no existiera.

Llegando a esta conclusión y poniendo un alto a toda esta maraña de pensamientos que dominaban su mente decidió seguir el consejo su amiga sobre que la comunicación era y debía seguir siendo su elección.

Así que salió de la cama decidida a ir a hablar con el.

Al entrar en a habitación vio que Ashraf estaba en el ventanal mirando la oscura noche y seguramente debatiéndose y molesto aun por lo ocurrido reciente.

La lluvia de luz que entraba por al ventana dejaba ver su cuerpo atlético ya que estaba desprovisto de su franelilla.

Ashraf a percibir su presencia se giro y la miro extrañado y al mismo tiempo como si ella fuera la luz que le devolvía la vida

—Ashraf podemos hablar

—Hana ve a dormir-le dijo suave porque con el malhumor que aun se gastaba no quería acrecentar más una brecha entre ellos.

—Hablemos- resoplo ella adquiriendo mayor seguridad y aplomo.

Estaba decidida a no ser ya la Hana que se dejaba manipular por otros y sus propias percepciones de la realidad y hablar lo que se debía hablar, porque de allí dependía si su relación avanzaba a otro nivel o no.

—Habla entonces Hana- le dijo el cruzando sus brazos y con actitud hostil.

No se la estaba poniendo fácil con su actitud.

Pero le dio duro a su hombría ahora debía ser ella ser quien remediara el asunto.

Los hombres no son como las mujeres, le había dicho su madre.

Mientras nosotras somos románticas y podemos a veces prescindir del sexo y nos sentimos bien con un beso, un abrazo, los hombres son 95% carnales y el no poder consumar el acto aparte de causarle dolor y molestias físicas también los frustra y los puede llevar a pensar que su pareja no los ama lo suficiente.

Por eso le había aconsejado que no siguiera negándose a su esposo y cumpliera sus votos matrimoniales y le aseguro que no se arrepentiría cuando conociera las delicias del amor y la entrega completa.

Aun recordando sus palabras finales sentía vergüenza porque su mama era tan abierta y explicita y a ella le costaba un mundo ser así.

—Ashraf no es que no quiera- empezó diciendo-es que no voy a hacerlo contigo mientras exista este compromiso con Meriyan

Para Ashraf su palabras es como si literal le volviera el alma al cuerpo pues había imaginado tantas cosas, la mayor de ellas es que Hana seguía teniendo dudas de sus sentimientos hacia el sin embargo si lo lastimaba el hecho que ella siguiera dudando de el.

—Dudas una vez más de mi-la increpo- nunca podre ganarme tu confianza absoluta. Crees también que yo tuve algo que ver con que Meriyan se apareciera esta noche, de eso y de cuantas cosas más me culparas para ponerlo de excusa para ser un matrimonio en todo el sentido estricto de la palabra

Hana sabia que su frustración hablaba por el así como el sentirse cuestionado siempre, así que le tocaba a ella tratar de arreglar las cosas.

—Ashraf se que no tuviste que ver, fue tu padre quien trajo esta noche a Meriyan y que te comprometiste para ayudar a Mesut y mi hermana, sin embargo temo que por compromiso, por el honor, por la tradición por lo que sea terminaras aceptando esa boda y entonces yo me iré, porque no aceptare compartirte con otra mujer, lo entiendes.

Ashraf decidió dar por terminada esta discusión cuando lo único que deseaba era por lo menos dormir estar noche abrazado a su mujer, ya llegaría el momento que harían el amor y vaya que iba a desquitarse-pensó emocionado.

—Encontrare la manera de deshacer este compromiso-le prometió envolviendo al en sus brazos y besando sus cabellos- créeme lo haré. Ahora vamos a dormir, ha sido una noche con mucho ajetreo.

Ashraf no la llevo a su habitación sino que decidieron dormir allí, ella abrazada al amor de su vida, con su cabeza reposando en su pecho desnudo, sintiendo los latidos de su corazón y más convencida que nunca que ya nada ni nadie lograrían separarla del amor de su vida.

—Dame tiempo Ashraf-le pidió en un suspiro-prometo que te lo compensare.

Esa promesa despertó un sinnúmero de posibilidades que cambio todo.

—El que necesites, pero no mucho-bromeo con esa bella sonrisa que la derretía- por ahora me basta saber que ya no sientes que estas conmigo obligada

—Te amo Ashraf Rahamm-le confeso ella de lo más profundo de su corazón.

Ashraf le robo un casto beso y le correspondió diciéndole:

—Te amo tanto Hana Caliskan de Rahamm, eres el amor de mi vida.

HANA, EL REGRESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora