Habían pasado días desde que Ashraf y Hana tuvieran la discusión y en ese tiempo Ashraf no había intentado tocarla nuevamente. Por su actitud denotaba que aun seguía disgustado.
Vaya que era rencoroso.
Y ahora Hana se desbanaba el cerebro pensando que hacer para ganarse de nuevo su confianza y respeto.
Ella no solo estaba sufriendo por su indiferencia, sino también por la abstinencia y es ella se había vuelto adicta a su cuerpo, anhelaba que el pudiera volver a hacerla suya, estaba famélica por sus besos y caricias.
El había despertado su pasión dormida de mujer apasionada, viva y completamente enamorada, y ahora le negaba ese derecho que tenia como su esposa.
Acaso el no la extrañaba, no la deseaba, no tenia necesidad de entregarse a su pasión. Por Allah, era un hombre con mucho autocontrol.
Esa noche como otras noches no podía conciliar el sueño y se movía de un lado a otro de la cama, molesta que el pareciera dormir tan plácidamente.
Pero lo que ella no sabia es que eso no era cierto, el tampoco podía dormir, el fingía dormir, pero por un estúpido orgullo se aguantaba las ganas de tomarla en sus brazos y hacerle el amor con todas las ganas y el deseo que su cuerpo le pedía a gritos.
—No puedes dormir- le pregunto el finalmente, haciendo como si se despertara
—No- contesto ella secamente
—Yo tampoco- reconoció el entonces
—Hasta hace poco dormías y al parecer muy plácidamente- le reprocho fulminándolo con la mirada
-—Trataba de dormir, pero la mayor parte fingía, pero lo cierto es que tengo noches de sufrir insomnio- reconocio.
—Se puede saber la razón- pregunto interesada en su respuesta
—Dime tu la tuya primero- le devolvió la pregunta
—Quiero acabar con la ley del hielo que has decidido aplicarme y te pregunto, ya no me deseas-pregunto pasando su mano por su pecho y fue bajando hasta el punto donde fue obvio que estaba inflamado de deseo por ella.
Ashraf se tenso por completo a su descarado contacto
Así que después de todo si la deseaba
Ashraf quito su mano y ella sintiéndose dueña de la situación y mas aun feliz de tener la certeza que Ashraf seguía amándola puntualizo.
—Tienes tus motivos para estar resentido conmigo pero como se supone que te daré hijo si no me tocas- el iba a decir algo pero ella le hizo una seña con la mano que la dejara concluir- soy una mujer con deseos Ashraf que tu despertaste ahora atente a las consecuencias trágate tu orgullo herido, tu rabia con justificación pero hazme el amor soberano idiota quedo claro.
Muy claro y sin dudar mas se apropio de su boca y la callo y la abrazo tan fuerte que casi le costaba respirar.
—Nunca vuelvas a llamarme idiota aunque tengas razón, yo me he comportado como un soberano idiota.
Con ese deseo que les ganaba hicieron el amor con la intensidad que ameritaba tantos días sin hacerlo, sus cuerpos se habían negado a este placer maravilloso que se trataba de unir sus cuerpos y sus almas en un momento que se eternizara.
Hana descansa su cabeza en su pecho y decide dejar saber esa duda que aun siente.
—Quien soy para ti Ashraf, crees que soy la mujer que puede complacerte por completo o aun necesito aprender mas
La expresión de Ashraf era de estas loca mujer has dicho algo totalmente inconcebible, como una mujer que lo tenia completamente satisfecho y a la que amaba con locura podía dudar y así se lo dejo muy claro.
ESTÁS LEYENDO
HANA, EL REGRESO
RomanceSAGA TURQUIA # 2 Hana ha empezado una nueva vida en Paris Lejos de su familia materna, de su hermana Sura. De la familia Macallister quienes se llegaron a convertir en su familia del corazón. De Vincent, el amor bonito, el amor que...