CAPITULO 24 ACABA CON NUESTRO TORMENTO

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Cuando viajaban de regreso a la Casa de Ashraf, se notaba que a ambos la ansiedad los mataba por lo que les esperaba.

Hana estaba decidía a hacer el amor por primera vez con su esposo.

Ashraf tomo una mano suya y se cruzaron una mirada cómplice de amantes.

Ella cada vez estaba mas emocionada y catatónica.

Como amantes fugitivos y ansiosos subieron rápidamente las escaleras con sus manos juntas

Al llegar a la puerta de la habitación Ashraf la beso con premura y pasión desmedida y el le dijo:

—Amor acaba con nuestro tormento

Entraron en su cuarto sin que sus labios pudieran separarse, besos y caricias que convertían en una tortura la espera.

Ashraf le sujetó la cara entre las manos conectando así sus miradas

Los ojos de él, grandes y cálidos, la estaban contemplando como si ella fuese la obra mas perfecta que Botticelli hubiera pintado, recorrió su cara con suavidad queriendo memorizar sus rasgos y plasmando ese momento hasta la eternidad cuando juraría que esas esmeraldas verdes le veían con profundo amor.

Hana cerro los ojos sobrepasada por las miles de sensaciones que experimentaba, su cuerpo, su mente y ese corazón que latía con mas fuerza y espero con ansiedad sentir la suavidad de sus labios sobre los suyos.

En cuanto sus labios se encontraron de nuevo, una corriente eléctrica y un fuego abrazador le recorrieron desde la espina dorsal hasta su vientre donde mil mariposas revoloteaban

Los labios experimentados de Ashraf la poseyeron por completo, bebiendo del dulce elixir de una pasión por tanto tiempo reprimida sin embargo el no se apresuraría, quería darle placer a Hana, que ella descubriera las mieles del amor y el deseo carnal que solo era el complemento necesario.

Hana sintió que los labios de el se movieron arriba y abajo, un beso mesurado y terriblemente sensual mientras le sujetaba delicadamente la nuca, acariciándole con suavidad y enredándose ensu pelo unos segundos

Ella no se quedo atrás al agarrarlo por la nuca y hundir los dedos en su pelo. Sus bocas seguían presionando la una contra la otra, milímetro a milímetro siendo una tortura. Era el beso más lento y sensual que Ashraf había dado y aunque sabia que ella moría de ansiedad no acelero el ritmo, marcando el, el ritmo, quería ir despacio, besarla con suavidad, tomarse su tiempo, necesitaba que ella estuviera por completo lista porque quería darle una experiencia memorable

La fue empujando a la cama y tras acomodarla en ella, se tomo su tiempo para el despojarse de su corbata, su camisa y sus pantalones y quedar en calzoncillos, todo ante la mirada expectante e inocente de Hana.

Luego se posiciono sobre ella y volvió a beber de su boca como un sediento que anhela tomar el agua que da vida.

Baja a su cuello dejándole un beso absorbente y ella sabe le dejara una marca que deberá cubrir al día siguiente, una mano de el desciende a un seno y lo acaricia cuando ella se tensa ante lo que experimenta.

—Quitemos esta ropa innecesaria -le dice el y la ayuda a sentarse y saca su vestido por arriba dejándola en ropa interior color rosa.

—Rosa-dice el maravillado- me encanta.

Hana suspira profundo cuando siente que le falta el aire por tantas sensaciones placenteras que experimenta.

—¿Puedo?- le pregunta o mas bien le comunica cuando procede el a desabrochar su brassiere dejando expuestos sus senos con sus aureolas rosas erectas y Ashraf procede a beber del fruto prohibido.

HANA, EL REGRESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora