Petit amí

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Aelita


Jeremy y yo nos quedamos solos en Kadic. Ulrich había quedado con Yumi, Odd con la dependienta, así que nuestros amigos nos dejaron plantados. Antes de que Ulrich se marchara con Yumi, propuse hacer algo todos juntos, pero ellos ya tenían planes y Jeremy no estaba muy por la labor de hacer mucho, a pesar de que dijo que sí.

Estuvimos en su habitación, porque estaba transmitiendo algunos datos que según él podían servirnos para encontrar a mi madre en Suiza. No sabía exactamente que contenían los archivos que Ulrich y Yumi consiguieron en la biblioteca, pero estaba segura que además de contener información como la que Jeremy nos dijo en la comida, había información sobre Tyron. Pero una cosa no me cuadraba y era el motivo de por qué un archivo de un profesor guardaba información sobre mi madre.

-¿Qué te ocurre Aelita? -Me preguntó Jeremy.

-Pensaba sobre la noticia del otro día en la comida. No entiendo por que en el archivo de mi padre aparece mi madre.

-Yo tampoco lo entiendo, pero supongo que debió de ser un papel traspapelado.

-Tiene que ser eso. Yo todavía no se mucho del diario de mi madre. Aunque bueno, más que un diario son sus memorias.

-¿Memorias? Pensaban que se escribían cuando alguien había muerto.

-No digas eso. Mi madre no está muerta.

-Claro que no. No te lo tomes a mal.

-Perdona. Estos días llevo algo apartada de todo. Sabes el viaje a Suiza me pone nerviosa y me aterra a la vez. Me da miedo encontrar a mi madre y que ella no se acuerde de mí, o que la hayan hecho cualquier cosa.

-Tranquila, mejor no sacar nada en claro sin haber visto aun nada. Además estaremos contigo en todo momento. Recuerdas, una vez decidimos destruir a X.A.N.A, y lo conseguimos. Esto es igual. -Se levantó de la silla y se acercó a donde yo estaba. Cogió mis manos nervioso. Yo subí mi cabeza y le miré a los ojos.

Todo su cuerpo temblaba ante mi atenta mirada y eso me provocó un ligero ardor en las mejillas. Al instante ví que a Jeremy también se le tiñeron de color rosa, y unas pequeñas gotas de sudor descendieron desde sus sienes. La nuez de su garganta subió y bajó dejándole pasar el nudo que tenía en la garganta el cual no le dejaba pensar con claridad ni decir ninguna palabra.

-Lo sé Jeremy, pero esta vez no será igual. Tu no estas protegido.

-Te preocupas por mí, cuando llevas jugándote la vida desde que te conocí por esa pantalla de ordenador. -Habló tan rápido por el nerviosismo, que hubiera dejado escapar una risa si no fuera por que estábamos los dos solos.

-Jeremy... -Tragué saliva. -Esto ya no es un juego, cualquiera de nosotros puede morir. No me perdonaría que ni tu, ni Odd, ni Ulrich, ni Yumi, salieran heridos por rescatar a mi madre.

-Estas queriendo decir que echemos atrás el plan... -Preguntó. Las gotas de su frente cada vez eran más abundante. Y el pequeño temblor de sus manos agarradas a las mías me hacía quererle aun más.

La primera vez que ví a Jeremy fue como una ráfaga de aire que te tumba y te penetra todos los músculos incrustándose en lo más dentro de ti. Jeremy se coló en mi corazón desde que oí su voz en algún lugar de mi mente. El fue mi salvador, él fue quien hizo que hoy sepa quien soy, el que me trajo a la tierra, y muchas otras cosas que ha echo por mí, por las que noo tendría palabras para agradecerle todo eso.

Sentía una presión en mi pecho que no me dejaba procesar la pregunta que acababa de hacerme. ¿Quería realmente tirar todo por la borda y renunciar a conocer a mi madre? No lo sabía... 

Código Lyoko: The New LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora