Sí. Chef

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Yumi


Ulrich aprendió a transportar las bebidas y los aperitivos con naturalidad, cosa que nos llevó nuestro trabajo. Comenzando por una corrección de la postura corporal que intenté hacerlo de la forma más práctica, con un libro. Así es como enseñan etiqueta a las princesas. Después de haber conseguido andar sin parecer un paso de procesión o un robot, Réjean cambió los vasos de plástico por unos de cristal y las pelotas por agua.

-Yumi esta vez te toca a ti también. Si lo conseguís dejaremos de lado la parte de camarero y pasaremos a la cocina. - Me coloqué al lado de Ulrich. Él ya sostenía su bandeja con sus "pedidos". 

Ulrich miraba los vasos de reojo para evitar que no se derramara ni gota de agua. Pero cuanto más miraba, más tenso se ponía.

-Ulrich, deja de mirar los vasos y mira al frente. Es igual que antes, solo que ahora llevas agua. 

Le dije para que se relajara. 

Bajó su mirada y la centró en el suelo. Los músculos se le relajaron.

Le hice una pequeña señal a Réjean, que esperaba delante mía con una jarra de agua fría en las manos, y llenó mis vasos. Una vez llenos, se retiró a la barra y nos avisó de que podíamos empezara a andar. 

Eché a andar con toda la delicadeza y naturalidad que conseguí reunir y llegué al final de la habitación. Me giré y conseguí ver a Ulrich que llegó poco más tarde que yo. Se dio la vuelta con sumo cuidado, y continuó andando para regresar a la barra. No me iba a quedar en la otra punta del establecimiento, así que volví a andar de la misma manera con la que lo había hecho antes.

-Felicidades chicos. Lo conseguisteis. -Nos felicitó Réjean al llegar a su altura.

-Gracias. -Ulrich le agradeció mientras dejaba la bandeja en la mesa procurando que ni los vasos ni el agua se cayeran.

-Gracias Rejean, sin tu ayuda nunca lo hubiéramos conseguido.

-Bueno yo estaría tranquila si fuese tú. Porque la maestría que tienes no se ve todos los días. Veamos si te desenvuelves igual de bien en la cocina.

-¿Voy a tener que cocinar también? -Preguntó Ulrich.

-Tu verás. Yumi ha hecho también de camarera, que menos que echar una mano.

-Pues ve preparando el extintor. No he cocinado en mi vida.

-Por qué no llamas a Jeremy y le dices que te cubran para la hora de cenar. Creo que tenemos para largo y no voy a cocinar para tirar la comida. 

-¿Nos estas invitando a cenar? -Me miró con una ceja elevada. Yo asentí con la cabeza y él sacó de su vaquero el teléfono. 

Marcó el número de Jeremy.

-¿Einstein, puedes decirle a Jim que no me encontraba bien para bajar a cenar? -Habló por el auricular.

»Verás Yumi y yo cenaremos fuera. Dile a Odd que se coma mi plato, seguro que vendrá hambriento de su cita.

»Gracias Einstein, nos vemos mañana. -Colgó la llamada.

-No sabía que Odd había conseguido chica. -Dijo Réjean mientras nos guiaba a la cocina.

-Bueno no exactamente. Es una conocida a la que le tenía que dar no se qué. -Respondí.

-Ya claro... En fin, el rubio las mata callando. -Abrió la doble puerta para que entrásemos a la enorme cocina que Le trévise tenía. 

Código Lyoko: The New LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora