Gift

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Jeremy

La llamada de Aelita me puso feliz. Saber que estaba sola en el hospital y que no iba a poder ver a nadie cuando despertase me asustaba, pero el estúpido de Odd la tenía que liar cuando le dijimos que Aelita se había desmayado en la discoteca. Había bebido más de la cuenta y fue imposible sacarle de la discoteca sin que rompiera o estuviera quieto. Por suerte supimos apaciguar al gerente y evitar que Odd fuera a la cárcel.

Me levanté de la cama nada más terminar la llamada con Aelita, fuí al aseo y me dí una ducha caliente. Al salir me cepillé el cabello mojado, me aseé y me vestí con ropa cómoda..

Después, coloqué la habitación lo más que pude y armé la bolsa con el ordenador. Por último y para asegurarme de que los demás estarían despiertos cuando tocara a sus puertas, puse a prueba los dispositivos y, texteé un mensaje con el teléfono el cual les llegaría a todos, excepto a Aelita y a mí.

Listo para bajar a buscarles, me calcé y me colgué la mochila al hombro, cogí la llave de la habitación y salí a por el resto.

Toqué primero la puerta de Odd. A él le solía costar más levantarse y era mejor despertarle con tiempo para así no tener que esperar demasiado. Esperé a que la puerta se abriera.

-¿Se puede saber que quieres? -Su muñeca sonaba, lo cual me decía que los dispositivos funcionaban a la perfección.

-Vístete Odd. Aelita nos espera. Y apaga la alarma.

-¡Maldita sea Jeremy! Me duele la cabeza un carajo y me haces levantarme. ¡Vete al pedo! -Llevó la mano a su muñeca y apretó todos los botones del dispositivo sin conseguir apagar la alarma, frustrado se quitó el reloj de la muñeca y me lo tendió.

Con el reloj en mis manos, toqué los botones para apagar la alarma y configurar de nuevo el dispositivo de Odd. Iba a cerrar la puerta, cuando me apresuré a devolverle su dispositivo.

-Te espero en el lobby. -Bufó y cerró la puerta lo más fuerte que pudo.

Sin dejar que su actitud me afectara me dirigí a la puerta de Yumi y Ulrich.

Frente a la puerta, me empezó a hervir la sangre un poco. Anoche las cosas entre ellos estaban algo tensas y no quería fastidiarles más, pero por alguna extraña razón, William había vuelto a aparecer en nuestras vidas y era la persona con la que Yumi estaba hablando antes de que Aelita se desmayara en la discoteca. Obviamente, los celos de Ulrich no se quedaron quietos, y el muchacho se enfadó para sí mismo.

No era el día perfecto para ir al hospital todos juntos, y seguro que si sólo iba yo podría darles tiempo a que arreglaran las cosas y a que Odd se recuperara, pero estaba seguro de que Aelita quería vernos a todos, y tampoco era la mejor idea aparecer solo en la habitación y contar porque los demás no habían venido.

Sin dejar que el tiempo avanzara más de la cuenta, toqué la puerta con los nudillos y en menos minutos que Odd, la puerta se abrió.

Yumí estaba perfectamente vestida y alistada cuando apareció en el umbral de la puerta.

-Buenos días Jeremy.

-Hola Yumi. ¿Cómo es que estás ya vestida?

-El dispositivo me despertó, y supuse que era algo urgente.

-Me alegra oir eso. ¿Ulrich?

-Está en la ducha, no tardará demasiado. -Fue una contestación plana, sin mucho entusiasmo en la voz. Pero lo dejé estar, sabía que Yumi no dejaba largar sus sentimientos así como así y no iba a ser yo la persona a la que se los contaría. Además, no sabría ni que decirla.

Código Lyoko: The New LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora