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Advertencia: este capítulo contiene el shot IIIReich implícito.

Jeremy

Todo cambió cuando por fin conseguimos nuestra casa en el centro de Suiza. Es una casa grande de estilo nórdico, lo que le daba armonía y tranquilidad, pero con Odd de por medio, esto último se daba en menor medida.

El curso nuevo había comenzado sobre el mes de Agosto y aunque no estábamos en un colegio interno, las tardes las teníamos ocupadas cumpliendo con nuestros trabajos. Iba a ser algo duro de llevar, pero por suerte, el primer mes a pesar de que sólo empezamos a trabajar Yumi y yo iba a llegar bastante dinero a casa, ya que Yumi estará trabajando a tiempo completo hasta que comience la universidad en octubre.

Eso nos daría un respiro a los demás para incorporarnos en las clases y en la ciudad.

Ulrich, estaba de prueba en el restaurante, y Yumi hacía todo lo posible por echarle una mano, pues tenían que conseguir el trabajo. Acordamos que para que Ulrich cogiese soltura serían ellos quienes cocinarían en casa y, aunque los primeros días Ulrich fue quien hizo las comidas, siempre estaba bajo la supervisión de Yumi. Y menos mal porque sino hubiéramos acabado en el hospital. Después de una semana ya le estaba cogiendo el punto y eso se agradece.

Por mi parte, no tuve ningún problema en incorporarme al trabajo, era algo que me gustaba y además en los ratos libres podía controlar la ciudad, buscando la pista de Tyron. Tampoco me mantuve demasiado en contacto con William para evitar sospechas. Aunque si recibíamos una llamada suya cada dos semanas.

Odd cumplía aquella apuesta que hace meses se apostó con Ulrich, durante los exámenes del último trimestre. Y sí, había que admitirlo, dejaba la casa impoluta. Pero era vergonzoso verlo con aquel vestido negro con delantal blanco y bordados. Parecía una de las señoritas de la limpieza de hace unos años.

Ulrich no le pasaba ni una, cualquier mota de polvo, pelusa, algo por el suelo, etc, le ordenaba recogerlo. Lo que me hacía compadecerme de él, porque estaba siendo su peor semana. Aunque así, se mantenía ocupado después de clase.

Aquella tarde, mientras Odd ordenaba la casa, Yumi hacía la comida, Ulrich hablaba con su padre, Aelita leía el diario de su madre y yo leía acerca del proyecto Cartago en la red, recibí una llamada que interrumpió mi lectura.

-¿Sí? -Respondí.

Al otro lado de la línea la voz agitada y rota de William se escuchaba.

-¿Jeremy?

-Quién si no. ¿Qué ocurre? -Era raro recibir una llamada de William, pues acordamos que una llamada por semana y ya habíamos recibido su correspondiente llamada.

-¿Estáis todos?

-Sí, respondí. Un momento. -Me retiré el teléfono de la oreja, llamé a todos y en menos de un minuto estábamos todos alrededor del sofá. Puse el manos libres. -Estamos.

-Bien. Hola chicos. -Habló.

-¿Qué pasa? -Preguntó Yumi.

-Algo está pasando. La ciudad ha cambiado y ya no sé de quién fiarme. Cuando salgo a la calle tengo que estar con los cinco sentidos puestos e imaginaros lo que es eso cuando intentas conquistar a alguien.

-El Guaperas ligando, que novedad. Tendré que hablar con Milly y Tamiya.

-¡Odd! -Le regañé.

-Perdón. William, ¿a qué te refieres con que la ciudad a cambiado? -Dijo Odd.

-Ayer recibí tres visitas en casa, eran personas de esas que van de casa en casa intentando venderte algo, pero me preguntaron acerca de alguien.

Código Lyoko: The New LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora