Código Lyoko: The New Life

Danger

Advertencia de edad +15

Odd

Mientras Yumi estaba con sus padres nosotros nos abrimos hueco por la pista del gimnasio para poder llegar a pie de escenario. Aelita era la bomba. Su música era innovadora y estaba al alcance de lo que hoy en día se llevaba, por eso había que escucharla lo más cerca posible, para que cada nota se te metiera entre la piel y golpeara rítmicamente tus huesos hasta que tu cerebro diera la pequeña orden de que comenzar a moverse.

Aelita fue presentada por Jim. Ascendió el escalón con precaución de no tropezar con sus altos zapatos y se colocó enfrente de la mesa de mezclas. Agarró el disco que tenía preparado al lado de la mesa, lo sacó y lo colocó en su lugar. Después se puso los cascos.

-¡Vamos Princesa, demuéstrales quién eres! -Grité dejándome los pulmones.

Aelita me guiñó un ojo y me chasqueó los dedos. Después colocó la aguja y ascendió dos de los botones que controlaban el volumen. Era su primer el tema, el que le dió la victoria para tocar con los Subdigitales. Todo el mundo a los alrededores comenzó a moverse. Mi primo fue el primero de nosotros que comenzó a marcar el ritmo.

-¡Eh, Odd! No te recordaba tan soso. -Escuché decir a mi primo.

-Oh, oh, creo que no sabes con quién estás hablando. -Le dijo Ulrich que estaba apoyado en el poste de la luces con una de sus piernas encogidas.

-Ahora verás, Max. He aprendido del mejor.

-¿Qué? -Dijo sin saber de qué hablaba.

-Quedarás con la boca abierta. Esto va por ti "Paco el Rey de la discoteca". -Dije. Y comencé a imitar todos los pasos que recordaba de haber visto un montón de veces la película de Jim.

Mi primo se tuvo que retirar al lado de Jeremy para que yo contoneara mis caderas y mi cuerpo entero.

-¿Ese es Odd Della Robia? -Escuché a un par de chicas por mis espaldas.

-Yo creo que sí.

-Pues baila de maravilla. -Escuchar los halagos de las chicas que estaban alrededor me hizo venirme arriba y terminar aquella pequeña actuación con una pirueta en el suelo. Luego, me levanté.

-Ahí lo llevas. -Le dije a mi primo.

»Muchas gracias, chicas. -Las hice una pequeña reverencia y las sonreí.

-Vaya, Odd, no sabía que te hubieras aprendido el baile de Jim. -Se burló Ulrich.

-Bueno, tenía una cuenta pendiente con él. Pero mira por dónde a las chicas las vuelve locas. Deberías probarlo Ulrich.

-Lo siento bailar como si se me fueran a dislocar los brazos no es lo mio.

-Claro, prefieres las lentas y poder bailar con Yumi.

-¡Odd qué pasa conmigo!

-Auch, Yumi. No nada, solo que deberias sacar a bailar a Ulrich, el pobre tiene muy malas pulgas. -Dije para evitar que mi amiga me pateara el trasero.

-¿Que ha pasado, vienes un poco descolocada?

-Ah, me topé con Sissi.

-¿Con Sissi? ¿Qué quería esa arpía? -Pregunté sorprendido.

-Pues al parecer se ha enterado que nos íbamos y no sé... Quería despedirse de...

-¡Ulrich, no vayas con esa bruja de voz chillona! -Corté a Yumi.

-Gracias, Odd, por dejarme acabar.

-Espera. Esto es muy raro.

-¿Qué es raro? Sissi lleva enamorada de Ulrich desde la guardería. -Dije. No entendía nada del razonamiento que estaba haciendo Jeremy.