Jeremy
Los dispositivos habían sido un trabajo de última hora que me llevó varios días, pero la utilidad de ellos sería compensada por todas aquellas noches en las que el sueño ni se me aparecía. No solo tenían las funciones que Aelita mencionó cuando se los dimos, presentaban una última función y es que podían ser utilizados como Walkie Talkies. Este uso lo mantendría de momento en secreto, pues fue un arreglo de última hora pensando en Anthea porque recuperarla iba a ser una tarea complicada, y no quería cometer ningún error, esto ya no era Lyoko, aquí ninguno tenía habilidades específicas, nos jugábamos la vida y eso era algo que nos ponía a todos en un gran aprieto. Tampoco quería que Aelita volviera a sufrir como lo hizo con la muerte de Franz Hopper, aunque seguía pensando que Hopper seguía vivo, pero ninguno era consciente de ello. Si llegaran a saberlo surgiría el caos entre nosotros, y sería un golpe durísimo para Aelita, se hubiera negado a apagar el superordenador hasta que Hopper hubiera sido traído de vuelta.
Después de repartirles los dispositivos, me relajé un poco. Las cosas no habían hecho más que empezar y eso no me dejaba tiempo de margen, sin embargo, disfrutaría al máximo el tiempo de "vacaciones" hasta que las cosas empezaran a ponerse feas.
-Oh, Oh. -Rompió el silencio Odd.
»Andrew está protestando. -Respondió con una sonrisa excusada.
-No puede ser que ya tengas hambre. -Hablé.
-¿Por qué no? Son las... -Giró su muñeca izquierda y miró la pantalla de su nuevo dispositivo.
»¡La una y media! -Dijo alterándose.
-Odd, relájate, ni que fuera el apocalipsis. -Advirtió Aelita.
-Parece mentira que no conozcáis todavía a Odd... Lo que traté de comida es superior a él, no hay excusas que valgan, cuando tiene hambre tiene que comer.
-Menos mal que hay alguien que me conoce igual o mejor que mi madre. -Dijo soltando el aire que estaba reteniendo.
-Bueno, pues vayamos a comer. -Estableció Yumi, moviéndose de entre las piernas de Ulrich y poniendo sus pies en el suelo.
Parecía que las cosas entre ellos estaban arregladas, pero sabía que Yumi no había aceptado del todo las razones que Ulrich le dijo, estás seguro de que en cualquier momento Yumi saltaría, echándole en cara lo sucedido en la recepción.
-¡Vamos! ¿A qué esperáis? -Insistió en que nos moviéramos.
Ulrich se levantó de la cama y se irguió al lado de Yumi. Aelita, se levantó pero en vez de esperar como los otros dos, se encerró en el baño. Odd, saltó como un resorte dirigiéndose hacia la puerta, parecía un perro nervioso por salir de paseo porque ya no aguanta más las ganas de hacer sus necesidades. Tecleé unas cuantas cosas en el ordenador, y establecí el sistema de bloqueo, por si alguien se colaba en nuestra habitación para limpiar y le daba por indagar en el ordenador. Luego, cerré el portátil.
La cisterna del lavabo sonó, y del cuarto de baño salió Aelita, que apagó la luz y cerró la puerta. Nada más verla, Odd abrió la puerta principal y salió de nuestra habitación. Después salieron Yumi, Ulrich y por supuesto Aelita. Antes de salir, agarré la llave de la mesilla de noche de Aelita, cerré la puerta con ella.
Bajamos los escalones y nos encontramos de nuevo en la entrada del hotel. En el mostrador se encontraba aquella chica de cabellos platinos que estuvo flirteando con Ulrich y fue víctima de los celos de Yumi.
-¡Preciosa! -Al parecer a Ulrich no le llamó la atención el pelo platino de ella, pero a Odd sí. Se acercó al mostrador y apoyó su brazo derecho en la madera, la recepcionista tenía ligeramente enarcado el puente de la nariz, mirando a Odd.
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Código Lyoko: The New Life
FanfictionAelita y los guerreros lyoko se sumergen en una misión que les condicionará por completo sus vidas. En esta nueva encomienda en la que se embarcan pasarán muchas cosas: amor, desamor, aventura, etc. Si quieres saber que pasa, sigue leyendo. Es una...