Ulrich
De nuevo, la relación con Yumi estaba en la cuerda floja, aunque no había sido mi culpa. Esta vez no había hecho nada para provocarla el ataque de celos, los había sacado ella sola al ver como la chica de pelo platino me tiraba los trastos. Pero no la veía atractiva, me recordó a Sissi de alguna manera. Se la veía segura como si su arma para ligar fuera su pelo, del que me asqueaba el color. No soportaba ver como con cada palabra que salía de su boca la luz en él brillaba y hacía perder la vista, desconcentrarse de la conversación.
Ninguna chica había llamado mi atención tanto como lo hizo Yumi en su día. Sus rasgos, su forma de ser, su figura y toda ella en su conjunto, la hacían especial. Ella con expresarse provocaba descargas eléctricas internas en mi cuerpo. Su voz era lo único capaz de despertar por completo mis cinco sentidos, no necesitaba ni despertador ni ningún otro método para despertar. Su voz, era la mejor melodía para despertarse. Siempre fue ella, nadie más, sólo era capaz de hacer todas las estupideces del mundo por ella. Pero todavía no había conseguido hacérselo ver, aún me estaba acostumbrando a pasar tiempo a su lado y llevar un vida con ella.
Abrí la puerta de nuestra habitación, preparándome mentalmente para la discusión que íbamos a tener. Conocía muy bien a Yumi para saber que no dejaría estar el tema, pondría todas las cartas sobre la mesa, se guardaría lo que de verdad la molestó, me hará sentir una mierda, la pediré perdón y aún seguiría enfadada. Era más terca que una mula y eso me gustaba y me crispaba a la vez.
La dejé pasar primero y luego lo hice yo, cerrando la puerta. La ví agachándose y dejar los zapatos pegados a la pared y mirando hacía la puerta. Otro gesto típico en ella que nunca lo abandonaría porque era parte de su cultura, y al que ya me estaba acostumbrando. Se quedó mirando por un momento la cama doble. La miré entendiendo el porqué de su postura estática ante la cama.
-Yumi... -La llamé con cautela, no quería que la bomba estallara en ese mismo instante. Se giró y clavó los ojos en mí. Odiaba la frialdad de su mirada cuando estaba enfadada.
»¿Por qué no te sientas? -Pregunté asustado por sus posibles respuestas.
-¿Que lado quieres? -Abrí los ojos sorprendido por la pregunta, arqueé una ceja y dudé de cual elegir, en Kadic dormía en el lado izquierdo, y nunca me paré a pensar si el otro lado era mejor.
-No, sé... Elige tú.
-Es que... Me da igual. Siempre he dormido en una cama individual. Pero... me quedo con el lado derecho, así no me molestará la luz del día.
-Muy lista. -Bromeé, mientras dejaba las maletas ordenadamente en la habitación.
Yumi tras elegir, buscó en su maleta ropa y se fue al baño a cambiarse. Esto iba a ser una tortura, pero tampoco quería avergonzarla y hacerla cambiarse delante de mí.
Me dejé caer en en lado izquierdo de la cama, y eché la vista al gran ventanal, por el que se colaban algunos rayos de sol mientras pensaba cómo hacerla ver que la recepcionista, camarera, y todas las otras funciones que tuviera dentro del hotel, no me gustaba, ni me había entrado por los ojos.
-¡U-Ulrich...! -La voz de Yumi me despertó de la gran guerra que se lidiaba en mi mente. Sonaba preocupada.
Me levanté de la cama y me acerqué a la puerta del baño y toqué con los nudillos en la puerta.
-¿Qué pasa Yumi? -Pregunté apoyado en el cerco esperando su respuesta.
-Pu-Puedes traerme el neceser. -Sonaba avergonzada y no entendía el porqué de su voz temblorosa.
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Código Lyoko: The New Life
FanfictionAelita y los guerreros lyoko se sumergen en una misión que les condicionará por completo sus vidas. En esta nueva encomienda en la que se embarcan pasarán muchas cosas: amor, desamor, aventura, etc. Si quieres saber que pasa, sigue leyendo. Es una...