Ulrich
Estaba nervioso por lo que pudiera pasar durante el día del cumpleaños de Yumi. Pero lo que más me iba a fastidiar, fue la decisión que tomamos de hacer como si hoy fuera un día normal para los cuatro, por lo que no podíamos felicitar a Yumi hasta la fiesta. Y me fastidiaba, porque otro año más iba a pensar que no me había acordado de su cumpleaños.
Aelita nos había despertado a los tres, pues no sé por qué razones había madrugado tanto. Aunque, volvería a hacer que despertara a Odd, ya que fue la única de nosotros que consiguió despertarle en tan poco tiempo. No nos demoramos mucho en la habitación y bajamos a desayunar. Si algo odiaba de Kadic, era no poder ir a desayunar en pijama.
Como todos los días, Rosa nos colocó en las bandejas un vaso de leche, con Colacao y un croissant para cada uno. Odd, estuvo algo callado durante el desayuno y entendimos que fue por las formas que Aelita utilizó para conseguir despertarle. Era admirable cómo podía dormir tanto.
Cuando salimos de la cafetería vimos a Yumi. Estaba apoyada en la pared, con los brazos cruzados y el pie derecho cruzado por detrás del izquierdo. Cuando nos vio salir, se la dibujó una sonrisa en la cara, estaba emocionada y se iba a cabrear cuando nosotros no le dijéramos nada. Adoraba, como sonreía.
-Buenos días Yumi. -Saludo Jeremy.
-Buenos días... ¿No vais a decir nada? -Ya empezaba a enfadarse.
-¿Por qué íbamos a decir algo? -Preguntó Aelita lo más natural que pudo.
-Por nada... Déjalo. -Se le borró la sonrisa de la cara. En esos momentos quería morirme, no aguantaba verla triste, así que tenía que hacer algo, y salvarla el día como pudiera. Me acerqué lo más discreto posible a Odd, y le dí un ligero codazo. El me miró, y yo le sonreí. Ladeó su cabeza y me dedicó una media sonrisa. Había captado mi mensaje.
Odd se movió entre nosotros, se colocó al lado de Yumi, y la enroscó su brazo al suyo. Tiró de ella, pidiéndola que tenía que pedirla un gran favor, y que debía de ser ahora. Odd y Yumi se retiraron, lo que nos dio tiempo para ir a buscar a Hiroki, y avisarle de lo que habíamos planeado. Encontramos al hermano pequeño de Yumi en la máquina de refrescos con su compañero Johnny.
-Hiroki, mira si te encuentras a Yumi y está algo más borde que de costumbre, siguele el rollo. No la hemos felicitado aún.
-Tranquilo, Ulrich. Lo tengo todo bajo control. -Hiroki, me guiñó un ojo y chasqueó los dedos de su mano derecha, luego cogió su mochila y se fue con Johnny. El día iba a empezar, asique decidimos hacer lo mismo que ellos.
Las clases fueron un sin vivir, nos habían puesto un montón de exámenes para dentro de dos semanas. Nos dieron las calificaciones de otros exámenes atrasados. Fueron un desastre, y por su fuera poco, Odd me contó que Yumi se indignó aún más cuando se enteró que simplemente se la llevó de allí. En estos casos, Odd era un completo inútil, pero qué se le iba a hacer por lo menos consiguió hacer algo.
En la hora de comer, Yumi no participaba en las bromas de Odd, ni nos contó que tal le fue el día, ni nada. En definitiva, estaba completamente fuera de la tierra, en alguna dimensión de su cabeza en la que ella estaría pensando que éramos los peores amigos, del mundo.
-Hola Yumi, felicidades. Veo que no te alegras mucho de cumplir dieciocho. -La arpía de Sissi, se acercó a nuestra mesa para picar a Yumi.
-Gracias Sissi. -Yumi, no entró al trapo con ella, y la contestó de la manera más seca y efusiva que podría.
-Ulrich, querido podrías...
-Sissi, piérdete. -No la dejé que terminara la frase ni que siguiera provocando a Yumi, lo único que quería Elizabeth era hacer que Yumi montara una escena y así dejarla en evidencia.
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Código Lyoko: The New Life
Fiksi PenggemarAelita y los guerreros lyoko se sumergen en una misión que les condicionará por completo sus vidas. En esta nueva encomienda en la que se embarcan pasarán muchas cosas: amor, desamor, aventura, etc. Si quieres saber que pasa, sigue leyendo. Es una...