Entre Las Cenizas | José Salazar.

Capítulo 89 | Edificio.

Capítulo semifinal.

Las Vegas, un lugar perfecto para despegar la mente, traje mi cámara para poder grabar un poco para el canal.

-Voy al baño ahorita vuelvo.- Le di mi maletas a _____ y hacer mis "necesidades" cuando terminé encendí mi cámara.

-Hola zorras, estamos en una nueva aventura...Estoy en un baño del  aeropuerto porque acabo de llegar a la ciudad del pecado, no estoy solo por cierto, estoy con _____ así que iniciemos está aventura.- Salí del baño pero necesitaba actuar serio para que el plan saliera a la perfección, salimos del aeropuerto, nos instalamos en el hotel.

______:

Todo el camino del aeropuerto al hotel fue súper callado, llegamos al pasillo de nuestra habitación.

-Tu cuarto está allá y el mío es esta.- su voz era muy fría, me da una tarjeta ni me mira.

-Pensé que dormiríamos juntos digo siendo tú.- Traté de reírme pero su expresión fría me hizo callar rápido.

-Tambien necesitas tu espacio ¿No? Eso pensé al principio pero estarías negada.- Sentía que mil demonios maldecían en mi interior.

-Bueno te veo para cenar, descansa.- Me acerqué a él para darle un beso de despedida pero el me ignora y se encierra.

Dormí un poco, la cama se sentía como una nube, no quería abandonar la cama por ningún motivo.

-Si fuera legal, me casaría contigo.- le dije a la cama abrazada de ella desgraciadamente me levanté de ella. Mi estómago rugía como un león, recordé que me vería con Pepe en la cena.

Bajé por algo al buffet, tal vez Pepe ya estaba de mejor humor despues de tomar una siesta. Me repetí varias veces, pasó la hora y Pepe no llegó, me cansé de esperarlo y me fui a la habitación.

Pasaron dos días desde que llegamos, recorría la ciudad yo sola porque Pepe estaba dormido o salía muy noche pero quería salir con el, nos sentamos a cenar después de otro día sin saber nada de él.

-¿Saldrás esta noche conmigo?.- Pregunté mientras comíamos.

-¿Porque quieres salir conmigo? También puedes divertirte tu sola.- Soltó riendo.

-Porque tú fuiste el de la idea de venir aquí, así quiero divertirme contigo te guste o no.

-Bueno si tanto insistes, lo haré.- Soltó otra de sus estupidas risas.

-Bien, empecemos desde ahorita.- Me levanté de la mesa y dejé mi plato.

-Tengo una idea, porque no subimos a un edificio.

-¿Qué tiene de emocionante un edificio?.- Pregunté.

-Oh ya sabrás, ven sígueme.- Salimos del hotel, tomamos un taxi que nos dejó en el punto medio de la ciudad, callejón tras callejón llegamos al edificio.

-Bueno, sube las escaleras.- Me señala unas escaleras ¿Era una puta broma? Pensé.

-Estás loco, sabes que le tengo​ vértigo a las alturas.- Me puse palida.

-¿Acaso eres una gallina? Miedosa.

-No soy miedosa pero no subiré.- Crucé los brazos pero Pepe empezó a cacarear como una gallina.

-Te lo demostraré maldita jirafa fumadora.- Tomé la fuerza necesaria para soportar esto, sentía la mano del apoyo por parte de el, me ayudó hasta llegar a suelo firme.