Entre Las Cenizas | José Salazar.

Capítulo 72 | Hermanos.

No me importaban las estupidas advertencias de Camila ¿Quien se cree ella? Me armé de valor y fui a casa de Yayo, toqué la puerta varias veces, el abre la puerta y su mirada se llenó de brillo.

-Me alegro que vaya sido mentira.- Yayo no quería soltarme por nada del mundo.

-¿Lo sabes?.-Pregunté impactada.

-Claro que lo se, recibí un mensaje de Camila y me contó...Estaba devastada.- Ni ella misma se la cree, maldita bruja.

-Creo que es mejor investigar antes de dar conclusiones en especial con Camila.

-¿Pero porque quieres escapar?.- Suspiré y tomé de su rostro.

-Quería, No pienso ir a ningún porque me di cuenta que estaría escapando de lo que lo amo.- Sin el consentimiento de Yayo volví abrazarlo, podía sentir como las lágrimas resbalan por mis mejillas sin cesar.

-Moriría si te fuera o peor aún si te pasara algo, me alegro que te hayas quedado.- Me escondí en el pecho de Yayo, me sentía como una niña perdida.

- Perdón Yayo, quería hacerlo porque ya había causado muchos problemas lo único que quería era alejarme de ustedes antes de empeorar las cosas, pensé que era lo mejor.- Yayo me separó de el, sus ojos mostraban ternura, uno de los pulgares limpió mis lágrimas.

-Si te hubieras ido... Empezarían los problemas, sabes que eres mi pequeña hermanita pase lo que pase, estaré contigo.- Suavemente tomó de mi quijada.

-¿Que hay de Pepe?.- Pregunté asustado, Yayo borró su sonrisa de inmediato.

-El no importa, es mejor dejar las cosas así...No lo necesitas, nos tienes a nosotros, me tienes a mi.- Yayo reunión esa última parte.

-¿Podremos hacerlo?.- Traté de limpiarme las lágrimas.

-Claro, saldremos de esto como siempre tenlo por seguro, pero ¿Donde vives?.

-Estuve oculta en un hotel para planear, de vez en cuando iba a la casa para despistar a Pepe.

-Quiero que vuelvas a vivir con Jux y conmigo, no vas a volver a estar en ese hotel.

-Esta bien esta semana, me mudaré... Gracias Yayo.- Volví a abrazarlo.

Pepe:

Llegué a casa, sólo estaba Yoryi en su computadora.

-¿Qué es esto, wey?.- Noté unas sábanas arriba de mi maleta.

-Dice Rodrigo que no va a limpiar tu descendencia que dejaste en las sábanas, así que tú lo harás.- Tiré las sábanas a un lado y me acerqué a Yoryi.

-Tenías razón, sobre ella.- Yoryi dejó de escribir en la computadora.

-Si ella se fue, tal como lo había planeado hace algunos menos, bien por ella ¿No?.

-¿Hace algunos meses? ¿Tenía tiempo haciendo esto?.- Yoryi solo asentó y fijo otra vez su mirada en la computadora.

-Logré detenerla antes de su viaje, ella iba saliendo de su cuarto cuando la encontré.

-¿Y la dejaste en su habitación? Por eso vienes callado.- Tomé todo el aire necesario y una gran parte de valentía.

-No, la deje ir.- Yoryi dejó la computadora, otra vez.

-¿Qué? ¿Porqué?.- Respiré profundamente.

-Porqué la amo, me importa su felicidad y quiero verla feliz con o si mí entonces si eso la hará feliz, tengo que dejarla ir.- Yoryi puso una de sus manos sobre mi hombro.

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