El Internado Del Zodiaco ©

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Cancer

Tan sólo recordaba el golpe, oscuridad, lo único que veía. O particularmente lo único que había en mi vida y vacío.

Quería que mi vida siempre fuera color de rosa pero nada era así, nunca iba a hacer así.

Había tomado una mala decisión, enamorarse perdidamente de aquel hombre. Qué era un egoísta y solo pensaba en él y no en el dolor ajeno.

La había despreciado a ella y a su hijo, ¿quién diablos hace eso? Claro, un ser sin corazón.

Tal vez lo mejor era no despertar, así todos estarían sin una preocupación menos.

Lo sabía era una mujer sin rumbo, inestable. Que desea y envidia la felicidad de los demás.

Claro lo sabía, muy en el fondo lo sabía.

Una mujer que siempre había dependido de alguien.

¿Qué haría ella sola con un niño?

No estaba preparada pero lo quería, aunque siempre había querido formar esa familia con Escorpio.

Él único hombre para ella, su primer amor, su primer todo.

Nunca estaría feliz sin él.

Pero al fin y al cabo tenía que tomar la decisión.

Despertar o no despertar.
Seguir luchando o descansar.

Había tomado su decisión y esperaba tan solo no equivocarse una vez más.

(...)

Los subí bus yo estaban en su casa, hablaban, pero nada era como antes faltaban personas.

- No puedo creer que en estos cuatro meses las cosas no mejorarán. Decía Acu negando con su cabeza, a la vez que su novio le abrazaba por los hombros.

- La desaparición de Virgo, Can en el mismo estado y Escorpio de puta en puta. Sagi hablaba con tristeza.

Hubo un momento de silencio hasta que sono el teléfono de la casa. Sagi que era la que estaba más cerca contesto.

— Hola, habla con Sagi. ¿Con quién hablo?

— Sagi, soy yo Virgo.

— VIRGO ¿DÓNDE HAS ESTADO TODO ESTE TIEMPO? Todos te hemos buscado.

— Mi madre estaba enferma, murió hace un mes. No tenía como comunicarme mi celular no servía mi recordaba ningún número.

— Lo siento mucho, amor. Te extraño mucho, ¿cuándo vas a regresar? Por favor dime que pronto, quiero llenarte de besos.

— No volveré, Sagi. Debo decirte algo.

— ¿Qué? Dime. Me asustas, Virgo.

— Al cuidado de mi madre estaba una mujer, al pasar tanto tiempo con ella, me enamoré, es tan diferente a cualquier mujer que he conocido. Enserio lo siento.

— ¡Eres un hijo de puta! Todos estábamos preocupados por ti, mientras que tú jugabas al amor. No sabes lo que me alegra que no vuelvas, imbécil.

Sagi corto la llamada, no quería que él la escuchara llorar, eso nunca. Le explicó a todos brevemente lo que sucedía, todos la abrazaban y mostraban su apoyo.

— Gracias, voy a ir a descansar.

(... )

En el departamento de Corpi, Leo, Aria y Géminis.

— ¡Qué gran mierda! Más te vale no ponerme los cachos, Géminis. Por que te las corto. Decía Aria.

— Calma, caramelito. Sabes muy bien que yo no haría eso.

— Dime amor, si no fueras mi novio ni me amarás, ¿Con quién te gustaría estar? Sinceramente.

— No lo sé, bebé. ¿Tú?

— Tal vez con el imbécil de tú amigo Escorpio, es guapo pero un idiota. Para que sea más fácil te preguntaré por todas y me dirás que opinas. Bien empiezo, Sagi.

— Es guapa, me gusta su cuerpo, es simpática. Pero no me gusta como viste.

— Sabia que dirías eso, Can.

— Es muy linda, sus ojos son otro nivel. Pero es muy paranoica a mi parecer.

— Interesante, Lib.

— Es bella, pero a mi parecer es muy loca y no me gusta su personalidad.

— Auch, Gem.

— Ella es como una pequeña princesa, pero es rara.

— ¿Princesa? Ja ja ja. Capri

— Su belleza es exótica, me encanta. Pero no me gustan las mujeres reservadas.

— Ajá, Tau

— Ella es interesante, no la conozco mucho.

— Pis

— Es muy guapa, no entiendo como está con Sagitario. Pero ella es muy infantil.

— Corpi

— Es linda, pero muy gruñona.

— Vig.

— No es mi tipo y es aburrida a mi parecer. Ya no sigamos.

(...)

Las chicas habían ido a un festival para distraerse un poco y animar a Sagi.

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Hola

Muy pronto seguiré.