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Una fuerte sacudida cortó nuestra conversación.

El barco pareció haberse chocado con el hielo, lo que significaba que realmente habíamos llegado. Pude sentir el ruido del ancla y algunas órdenes de mis compañeros que preparaban las velas. El golpe hizo que ambos perdiéramos el equilibrio. Meg recibió un pequeño corte en el cuello, culpa de mi espada, que la obligó a retorcerse del dolor. Yo lo primero que pensé fue en irme de allí lo más rápido posible y, empujándola a un lado, salí a cubierta.

Afuera por supuesto me esperaban todos mis compañeros. Aunque eran pocos los que estaban libres, ya que el resto se encargaba del barco. Pero con espada en mano ya tenía a cuatro de ellos. No quería darles más tiempo para que planearan algún ataque, y mucho menos esperar a que los demás se desocupen. De esa forma alcé a Lúnima y empecé a encestar cortes en todas direcciones.

- ¡Louis escucha! – empezó Doc, sin siquiera amagar a atacarme – sobre lo que escuchaste...

- ¡Ya cállate! – lo corté - ¡No quiero oír ni una más de tus mentiras!

- ¡Pero es verdad! ¡Cada cosa que dijimos!

No paré de defenderme, al igual que ellos. En ese momento recordé nuevamente su conversación con Acris en la cocina, y la horrible decepción que me había llevado.

- ¡Piensan entregarme a Jude! ¡Y no permitiré que eso pase!

- ¡¿Qué?! ¡No! – se sorprendió no solo Doc, sino que el resto también - ¡Eso era antes! ¡Ahora estamos de tu lado!

- Pero...

¿Pero qué diablos estaba sucediendo? Yo mismo había escuchado sus palabras... bueno no habían dicho que harían todo eso... habían dicho "supuestamente" ¿Pero cómo era eso posible? Si lo que decían era cierto, entonces ellos realmente pensaban cambiar de planes, lo que significaba que antes si iban a venderme a Jude, y ahora pretendían que creyera lo contrario. Era todo tan odiosamente confuso. Entonces mis amigos se detuvieron de golpe ¿Qué pretendían demostrarme con eso?

- ¿En serio esperan que les crea que no piensan matarme?

- Louis sé que es ridículo – me respondió Vivek – Pero tú nos hiciste cambiar de opinión.

- ¡Pero anoche trataron drogarme! – le reproché atacándolos nuevamente.

- ¡Solo lo hice porqué Meg lo ordenó! - gritó Doc mientras se protegía de mi espada – ¡Era la única forma de convencerla de que seguíamos trabajando para Ella!

Lo que dijo me dejó congelado. De repente alguien me golpeó de costado, y no pude evitar caer al piso.

-¡Oh, entonces fuiste tú Doc quien nos delató! – la voz de Meg sonó por encima de mí, y giré para darle la cara - ¡Honestamente pensé que de toda la tripulación tu serías el menos torpe!

- Supongo que superé tus expectativas – la enfrentó Doc – Escucha por qué no dejas al chico en paz y terminamos con esto de una vez...

Los demás asintieron a su amigo, todos con las miradas puestas en Meg, que miraba aterrorizada la situación al igual que yo.

- Lo lamento pero ahora no tengo tiempo para hablar gracias ti – dijo delirante – ¡Agarren a Louis y llévenlo adentro en este instante!

Nadie se movió. Si de verdad querían demostrarme que me apoyaban, este era el momento para hacerlo. Y para mi gusto así fue, ninguno atinó a obedecerla, así que aproveché para ponerme de pie.

- ¡Wow Louis, sí que te esmeraste esta vez! – Meg me miró con envidia - ¡Al igual que tu padre conseguiste todo un ejército que luchara por ti!

TRAVESÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora