No me fue difícil vivir en Siria, tenia sirvientes y yo sabía hablar bien el idioma, sin embargo, no hubo día que no añorará volver.
Mi hermano, totalmente manipulable y su consejero sediento de poder, Potino sólo lo usaba y el me odiaba.Después que pude reunir un ejercito y manejarlos desde Siria, inicio una guerra civil en Egipto, por supuesto que no me iba a quedar mirando de brazos cruzados como me arrebataban lo que me pertenece, no, yo debía luchar por ello.
- Mi reina-Llamo un general.
- ¿Si? ¿Qué pasa? ¿Hay nuevas noticias?- Pregunté.
- La guerra continúa en Egipto, sin embargo tu hermana Arsínoe esta reclamando el trono para ella...
-¡Esa maldita!-Dije mientras golpeaba la mesa con mi mano- ¿Ella sigue aquí?
- Si, mi reina.
- Mantenla con la boca cerrada, no voy a dejar que convenza a mi ejercito. No voy a renunciar al trono, ¡No habrá nada para esa estúpida!Cerré los ojos para despejar mi mente, pero sólo me preguntaba ¿Algún día volveré a ocupar mi lugar?
- ¡Reina!- Exclamó un mensajero, acercándose a mi velozmente.
- ¿Qué ha pasado?- Pregunté preocupada.
- Hay una guerra civil en Roma en la cual se enfrenta Julio César y Pompeyo, parece que el Senado estuvo tras esto.
- ¿Qué más sabes?
- César ha sido más hábil, sus tropas han sido mas fuertes pese a que son menos, incluso Pompeyo huyó.
- ¿A donde?
- A Egipto, mi reina. Planea pedir ayuda a tu hermano, ya que tu padre Auletes dejo una deuda muy grande con él y también con César.
- Tenemos que esperar a ver cómo se desenvuelven las cosas, tal parece que se acerca el tiempo de volver. Estén preparados- Ordené.Las decisiones del país las tomaba Potino, lo que llegara a pasar sería el efecto de sus decisiones, quizás solo decidiría apoyar a Pompeyo y enfrentarse contra Julio César, su más grande general, el hombre más importante de Roma.
Pasaron algunos días y decidí salir junto a mis siervas a recorrer un poco la ciudad, después de una breve caminata, me senté junto a una pequeña fuente. Observaba mi reflejo en el agua, la pintura de mis ojos y de mis labios, hacían resaltar mi belleza. Para mi pueblo yo era la reencarnación de la diosa Isis, así que siempre me ocupé de verme radiante y espectacular ¿vanidad? Quizás, aunque prefiero decir que es una necesidad para mi. Baños exóticos, tratamientos para la piel y el maquillaje eran parte de mi día a día, nada disfrutaba más que embellecer mi cuerpo.
Seguía contemplandome cuando escuché que alguien corría hacia mi.
- ¡Su alteza!- Un mensajero venía corriendo a mi encuentro.
- ¿Qué pasa?- Pregunté.
- Tengo nuevos informes sobre la situación en Egipto.
- ¿Ha pasado algo?
- Es tu oportunidad de volver, tu hermano... tu hermano asesino a Pompeyo y César está en camino.Volví a mirar mi reflejo en el agua ¿seria que pronto la corona regresaría a mi?
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Hola ¿Qué tal? ¿Que les ha parecido la historia?
Quería avisarles que los capítulos serán publicados los lunes y jueves y quizás uno que otro extra el fin de semana así que estén al pendiente.
Espero que les esté gustando y si es así, comentenme para saberlo, también se aceptan críticas constructivas.
Eso es todo, nos leemos en el siguiente capítulo.
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La última reina
Historical FictionDescendiente de los ptolemaicos, reina de una cultura muy antigua, reencarnación viviente de una diosa. No, no es una mujer común, ella sobresale de entre todas por su belleza y astucia. Esta es la historia de Cleopatra, una mujer poderosa en un mun...