XLVI: Intento

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Después de varios días de tristeza y reflexiones, decidí arreglarme para ver a Octavio. Comprendí que ahora mi vida dependía de él, mi vida y mi poder.

Recolecte cartas de César donde afirmaba que yo era la legítima reina de Egipto y que Roma sería leal a mi en cualquier circunstancia.

Así que pedí que Octavio fuera a mi encuentro para mostrarle todas estas pruebas, y también... para intentar seducirle.

Después de varios minutos, escuche pasos dirigirse hacia mi, era Octavio, mi rival.

- Antes de que digas cualquier cosa, respóndeme una pregunta- Dijo Octavio.
- Sí, claro- Asentí.
- Todos tus hijos están aquí, menos Cesarion ¿Donde está?- Preguntó y me puso nerviosa.
- No puedo responderte eso.
- Te lo pregunto por las buenas, no le haremos nada malo si me lo dices ahora, es más le dejaremos que venga con nosotros a Roma junto contigo dime ¿donde está Cesarion?- Repitió así que me mantuve en silencio mientras el esperaba mi respuesta- Bueno, no tienes que responder, de todos modos lo encontraremos- Sonrió- Dime ¿Para que me llamaste? Espero que sea algo interesante ya que tengo muchas cosas que hacer en Egipto.
- En Roma respetan al gran César ¿verdad?- Pregunté.
- Sí, respetamos a César- Respondió.
- ¿Tú lo respetas?
- Sí, era mi tío, quien me dio el poder, por cierto, casi siempre tomaba buenas decisiones- Me miró de pies a cabeza- Casi siempre...
- Gracias a mi, Roma siempre ha tenido trigo y grano, siempre los he apoyado y es por eso que espero lo mismo de ustedes- Dije.
- Roma y Egipto siempre han sido grandes aliados, por respeto a mi tío el gran Julio César es que estoy haciendo esto, estoy cumpliendo con lo que quería hacer.
- Si tanto respetas a tu tío, deberías leer esto- Le di las cartas mientras me detuve a acariciar su mano- Son cartas de César donde proclama que soy la legítima reina. Deberías respetar las decisiones de César- Le dije al oído.

Noté como Octavio se ponía incómodo, eso me daba ventaja de poder seducirle y hacerlo caer.

- Déjame leerte una de las cartas- Dije pero Octavio me las arrebato.
- ¡Esta reunión ha concluido!- Comenzó a caminar para irse- Por cierto Cleopatra, vete preparando, por qué estarás en mi desfile triunfal cuando enseñe los tesoros de Egipto, tu serás encadenada y exhibida por las calles de Roma- Se retiró.

Octavio quería hacerme lo mismo que César hizo con Arsinoe.

La última reina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora