XXIX: Años

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Al principio el tiempo pasó muy lento, posteriormente empezó a correr.
El dolor me acompañaba, pero ya no me dominaba. Tenía que ver por mis hijos y por mi nación.
Pasó un año, dos años, tres años y cuatro años, entonces fue cuando recibí una noticia increíble.

- ¡Mi reina!- Me llamo un guardia.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan agitado? ¿Ha pasado algo?- Pregunté.
- Marco Antonio viene hacia acá- Dijo agitado.
- ¿Qué?- Pregunté extrañada.
- Sus barcos vienen hacia Alejandría, mi reina- Sonrió.
- ¿Qué se supone que haga? ¡Ah! Haz que celebren su entrada en Alejandría y organiza un banquete para él- Ordené.
- Sí, mi reina.

Por fin Antonio regresaba a mi.

Me vestí para la ocasión, con un vestido hermoso y con una corona alta, mis hijos también fueron perfectamente vestidos y arreglados.

- Su padre viene a conocerlos- Dije a Alejandro y a Selene.
- ¿Mi padre?- Preguntó Alejandro.
- Si, ya pronto vendrá.

Escuché como el pueblo celebraba la llegada de Antonio, lo aclamaban y le lanzaban flores, así que me senté en mi trono a esperar que viniera a mi.
Cuando por fin estaba frente a mi, mil emociones me invadieron, sus ojos eran los mismos que me enamoraron, y sus manos eran las mismas que alguna vez me tocaron.

- Reina Cleopatra- Dijo él acercándose a mi trono.
- ¿A que has venido Marco Antonio?- Pregunté indiferente.
- A verte, por supuesto- Sonrió.
- No pudiste venir en los últimos cuatro años ¿por qué ahora?
- Estaba ocupado en el campo de batalla, mi reina.
- Tan ocupado que no podías venir a ver a tus hijos- Le reclamé.
- Ahora vengo a verlos y a reconocerlos como míos ¿donde están?- preguntó.
- Alejandro Helios, Cleopatra Selene, él es su padre- Dije a mis hijos quienes estaban tras de mí.
- Son preciosos, se parecen mucho a mi.

Marco Antonio los miro y abrazo, después se dirigió al pueblo.

- Hoy aquí ante el pueblo egipcio, la nación de la reina Cleopatra, quiero que todos sepan que Alejandro Helios y Cleopatra Selene son mis hijos, los reconozco como mis hijos y les daré territorios que he conquistado- Anuncio y el pueblo clamó de alegría.

Nos apartamos de todos y Antonio me abrazó.
- Te extrañe tanto- Dijo.
- Te has vuelto a casar y has tenido hijos ¿como puedes decir que me extrañaste?- Pregunté- Todos dicen que Octavia es hermosa e inteligente, todo lo que un romano puede desear, además es la hermana de Octavio, que conveniente para ti ¿no es así?- Pregunté.
- Me he casado para consolidar mi relación con Octavio, bien sabes que ahora no simpatizamos, ese era el único medio que tenía para conservar el poder. Lo hice para protegerte, a ti, a Cesarion y a mis hijos- Me miro a los ojos- En estos cuatro años no hubo ni un solo día que no pensara en ti, añoraba estar de nuevo contigo, abrazarte y besarte, estar con mis hijos y reinar a tu lado- Me beso.
- Estuviste tanto tiempo lejos de mí- Dije.
- Ya no me separare así de ti, te amo.
- Yo también te amo, Antonio- Lo abrace y besé su rostro.
- Quiero compensar el tiempo que perdí.
- Lo harás, ahora habrá un banquete en tu honor, vamos- Tomé su mano y fuimos a disfrutar del banquete.

El tenerlo a mi lado era como volver a estar completa.

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A partir de hoy subiré los capítulos normalmente los lunes, jueves y viernes, les agradezco mucho su comprensión.

La última reina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora