XXV:Gemelos

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- Estás embarazada de nuevo- Dijo mi médico.
- ¿De verdad?- Pregunté sorprendida.
- Tendrás gemelos.
- ¿Gemelos?
- Sé feliz, el pueblo te seguirá viendo como su fértil diosa.
- Estoy feliz, solo un poco sorprendida, debo decírselo a Marco Antonio- Dije.
- ¿Crees que el reconocerá a estos niños?- Preguntó.
- Yo haré que los reconozca.
- No lo lograste con César- Me recordó.
- Si César hubiera vivido más seguramente lo habría logrado.

Salí de mis aposentos y busque a Antonio por todo el palacio hasta que encontré a uno de sus soldados.

- ¿En dónde está Antonio?- Pregunté.
- Él está pescando.
- ¿Qué hace pescando?
- Solo salió a divertirse.

Me dirigí a dónde estaba pescando, parecía desesperado por atrapar un pez. Lo observé por un tiempo hasta que me desesperé. Al acercarme él se veía emocionado, al fin había pescado algo.

- ¿Por qué pescas esa basura? ¿No deberías estar pescando territorios?
- Mi cielo- Se acercó a besarme.
- Si quieres que financie tus campañas debes de ir a conquistar ciudades Antonio- Le recordé.
- Claro que lo haré, solo estoy descansando un poco.
- Antonio tengo algo que decirte- Dije.
- ¿Qué es?- Preguntó.
- Yo... Yo estoy embarazada, serán gemelos- Sonreí.
- ¿En serio?- Pronto una sonrisa iluminó su bello rostro, estaba emocionado.
- Sí, lo estoy.
- Mi cielo, eso me hace feliz- Me abrazo.
- Serán tan hermosos como tú- Acaricie su rostro.
- Claro, serán unos grandes conquistadores- Me beso.
- ¡Antonio!- Grito uno de sus soldados- Lamento interrumpir pero ha llegado un comunicado, debes presentarte en el Senado.
- Déjame ver eso.

Él se retiró a leer aquel comunicado, su rostro cambio.

- Tengo que irme- Se dirigió a mi.
- ¿Ahora?- Pregunté.
- Sí, debo irme mi cielo. Iré a preparar mi viaje, sabes que te amo, regresaré pronto- Me beso.
- ¿Regresaras para conocer a tus hijos?- Pregunté.
- Sí, por ahora debo irme y comenzar mis campañas.
- Estaré sumamente interesada en tus logros- Lo besé.

La partida de Antonio me dejó muy triste, lo necesitaba en mi vida, en mi día a día, pero eso no era posible.

La última reina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora