La última reina

XLV: Tristeza

Me sentía triste, sola y sin ganas de hacer algo por salvar mi vida.

Creí que la partida de Marco Antonio no me afectaría, pero estaba muy equivocada, creo que lo amaba demasiado.

Tal como una bella flor de color brillante, queda opaca cuando se marchita, así mi corazón había quedado tras su partida.

- ¡Antonio!-Dije frente a su cuerpo sin vida- Mi buen amante, lo diste todo por mí hasta el final, pero no fue suficiente... Te faltó ser un poco como César, audaz, inteligente y estratega, ese fue tu error. Y mi error fue enamorarme perdidamente de ti, fui una tonta al entregarme al hombre equivocado, pero ¿como iba a saber que esto terminaría así? ¿como se supone que sabría que por ti perdería mi poder? Te amo Antonio, y aún no sé si me arrepiento de hacerlo.

Rompí el llanto junto a su cuerpo.

Solo quería que me abrazara una vez más, que me besara y me dijera que me amaba.

- Alteza, vamos a comenzar a embalsamar a Antonio- Dijo un sirviente.
- No, lo haré yo- Dije llorando.

Tomé todos los utensilios para embalsamarlo y lo hice yo misma. No quería que nadie tocará su cuerpo, solo lo haría yo.

- Antonio, te extraño ¿por qué la vida es así? ¿por qué me tiene que separar de la persona que amo? ¿por qué tuve que perderlo todo por elegir amarte? Realmente no comprendo como funciona la vida, me ha defraudado. He tardado tanto en construir un gran imperio, para que en un instante Roma me lo quité y lo haga suyo sin dejarme gobernar ¿eso es justo? ¿acaso merecía eso? Todo me lo han quitado: mi libertad, mi poder y al amor de mi vida. Solo espero que Isis me reciba, por que no vale la pena seguir luchando aquí y menos si no es a tu lado Antonio- Abrace su cuerpo- Solo espera un poco más, pronto iré a alcanzarte y ahora nadie podrá separarnos.

Hola, espero que les esté gustando estos capítulos! Les informo que a partir del lunes de la próxima semana subiré capitulos diarios hasta que termine la novela. Los leo pronto!