Capítulo II

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(En otra dimensión: Ámbar se despierta en un lugar lleno de niebla, está llena de fango en el rostro y en la ropa. Se levanta del suelo y se pasa laano por el rostro, a continuación mira de lu lugar a otro y a lo lejos ve una luz y a una silueta caminando hacia aquella luz)

Ámbar: Oye...espera. —grita Ámbar levantándose del suelo. La silueta sigue caminado—. Espera, por favor. (Ámbar empieza a caminar hacia la silueta, y ve qué ése camina más rápido hacia la luz)

Ámbar: No vaya tan rápido. En lo que Ámbar camina hacia la silueta (escucha otra voz que la llama en dirección contraria, una voz que recuerda haber escuchado pero no sabe dónde exactamente)

Simón: Ámbar... ámbar no te vayas, por favor, no te alejes a la luz.

(Ámbar busca la voz y no ve a nadie, y mira hacia la silueta y ve que la silueta se ha detenido y la tiende la mano)

Ámbar: No sé que hacer...

Simón: Sigue tu corazón.

Ámbar: Pero...

Simón: Piensa en positivo, podrás elegir el bien camino, vamos ámbar.

(Ámbar vuelve la mirada hacia el vacía que le hable y mira la luz otra vez. La silueta la sigue mostrando la mano. Ámbar toma su vestido con ambas manos y sale corriendo en dirección al lugar donde procedía la voz de Simón, alejándose de la luz)

(En la realidad: las máquinas empiezan a emitir un sonido)

Ayudante: Está recuperando el ritmo cardiaco. (Simón se levanta de donde estaba junto a Ámbar)

Doctor: Debe irse.

Simón: Hagan todo por salvarla.

Doctor: De acuerdo. (Simón sale de la sala. Sharon se acerca a ella)

Sharon: ¿Cómo se encuentra?

Simón: Ha retomado el ritmo cardiaco, el doctor nos dirá con más detalles.

(En este momento aparece el doctor)

Sharon: Docto ¿como esta mi ahijada?

Doctor: Ya pasó el peligro.

Sharon: Gracias.

Doctor: Debe agradecerle al joven que pareció devolverla a la vida con sus palabras. (Sharon se dirigió a Simón)

Sharon: Gracias

Simón: Dicen que las personas pueden llegar a tener una segunda oportunidad para vivir, Ámbar quería aferrarse a la vida, no me tiene que agradecer, señora.

Doctor: Bueno, depende de como pase la noche podemos sacarla de terapia intensiva y cuando eso pase podrá recibir visitas. Con permiso.

(A la mañana siguiente, Simón y Sharon siguen en el hospital esperando noticias, cuando aparece Luna)

Luna: Señora Benson....¿cómo está Ámbar? ¿puedo ir a verla?

Sharon: La operaron a noche.

Luna: ¿Qué? Pero usted me dijo...

Sharon: Ámbar se escapó a noche, nadie sabia a dónde había ido y le trajo el muchacho. (Luna voltea a mirar a Simón. Pero antes que diga algo, aparece el doctor. Luna y Sharon se acercan a doctor. Simón sólo permanece en pie)

Sharon: ¿como se encuentra?

Doctor: Afortunadamente todo salió bien, ya la sacamos de terapia intensiva, por ahora sólo puede ir a verla una persona, pero, tengan cuidado con lo que dicen, aunque esté dormida, las puede escuchar.

Sharon: Quiero verla. (El doctor asiente. Sharon le toca a Luna el hombro y se va. Luna se acerca a Simón)

Luna: Hola. (Simón la mira y asiente)

Simón: Hola.

Luna: ¿De donde conoces a mi amiga?

Simón: La conocí por casualidad.

Luna: Gracias por haberla ayudado, ella estaba muy sensible y lamentablemente no pude llagar a tiempo.

Simón: Lo importante es que hora está bien. (Empieza a sonar el celular de Simón, él lo saca del bolsillo y Luna se da cuenta de que no es un lujoso celular como los adolescentes acostumbran a tener)

Simón: Debo irme, me alegra que haya pasado el peligro.

Luna: Oye, cuando puedas, ven a visitarla, estoy segura de que eso la hará feliz. (Simón asiente)

Simón: Con permiso. (Esta vez asiente Luna. Se va Simón y Justo aparece Sebastián)

Sebastián: ¿Alguna novedad?

Luna: Ya pasó el peligro, la señora Sharon fue a verla.

Sebastián: Es buena señal. Luna: Sí, y me molesta no haber estado aquí antes.

Sebastián: Tranquila, no creo que Ámbar te lo reproche.

Luna: Aun así me siento culpable. Sebastián: Mira, estoy segura de que no se va acordar de nada cuando la de una sorpresa. (Luna arruga la frente desconcertada)

Luna: ¿De qué hablas? (Sebastián mete la mano en su bolsillo y lo saca, muestra a Luna un anillo)

Sebastián: Voy a pedirla que nos comprometemos. Luna: Sebastian, no creo que sea el momento, además, aún son demasiado jóvenes para pensar eso.

Sebastián: Sólo quiero mostrarla que la amo y que quiero unir mi vida a la suya hasta que seamos viejos...

(Una semana después: Ya han desconectado a Ámbar de los aparatos y ya se encuentra despierta, pero sigue con el suero puesto y recibiendo el tratamiento. Tocan a la puerta. Ámbar y Sharon miran hacia la puerta y entra Sebastián con un ramo de flores)

Sebastián: ¿Qué tal estas? Ámbar: Bien, gracias, Sebastián.

Sharon: Voy a pedir a una enfermera a ver si pone las rosas en un jarrón.

(Ámbar asiente. Sharon toma el ramo de rosas y se va. Sebastián se sienta al lado de Ámbar, sobre la cama)

Sebastián: ¿Cómo te sientes?

Ámbar: Bien, el doctor dice que si sigo así a lo mejor me den de alta en unos días. (Sebastián toma a Ámbar de la mano y justo en este momento Simón se quedó parado en la puerta con una bolsita de regalo en la mano)

Sebastián: ¿Recuerdas lo que te dije cuando viajamos la íntima vez a Italia?.—Ambar sólo cerró los ojos y los volvió abrir —. Te quiero Ámbar, te amo y creeme que soy el hombre más afortunado teniendote.—Simón baja la mirada y se da media vuelta para irse—. Pero quiero que dejes de verme como un amigo, que me des una oportunidad para mostrarte que puedes quererme. (Ámbar aparta su mano)

Ámbar: Sebastián, te quiero mucho porque nos conocemos desde siempre, pero no puedo sentir lo que sientes, no te quiero de esta forma, lo siento mucho. (Sebastián asiente)

Sebastián: De acuerdo, no voy a presionarte con eso, al menos, por ahora voy a dejarte descansar...pero quiero que sepas que voy a insistir, porque cuando uno ama, no se rinde. .... (Simón está caminando hacia la salida de hospital donde se encuentra con Luna)

Luna: Ey...hola.—dice Luna con una sonrisa—. ¿Ya viste a Ámbar? (Simón mira hacia atrás como si fuera a verla y vuelve a mirar a Luna)

Simón: No, no pude verla, no me lo permiten porque no soy familiar.

Luna: Vamos, yo te llevo. (Simón nueva con la cabeza)

Simón: No es necesario, de todas formas ya me tengo que ir al trabajo...—entrega a Luna el bolso—. Haz el favor de entregarla eso, sí.

Luna: ¿De tu parte, verdad?

Simón: Sí, no es gran cosas, sólo pensé en ella cuando lo ví, hoy cobré mi primer sueldo y quise comprarla este regalo...

Luna: ¿Y cómo te llamas?

Simón: Simón.

Luna: Se lo daré.

Que les está pareciendo? Les gusta?
No olviden que los quiero ❤️

Por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora